Reivindicaciones y larga lista de discriminaciones en el manifiesto de la Plataforma

Reivindicaciones y larga lista de discriminaciones en el manifiesto de la Plataforma

La manifestación en defensa del hospital de Manzanares concluyó con la lectura de un extenso comunicado ante las más de diez mil personas que llenaron la plaza de la Constitución y algunas de las calles que confluyen en ella. En el texto, la Plataforma de Profesionales y Usuarios del Hospital expuso sus reivindicaciones y una larga lista de las discriminaciones sufridas por el “Virgen de Altagracia”. Éstas fueron expuestas en persona el jueves a Fernando Lamata en una reunión mantenida en Manzanares.

Sanidad
20-11-2006

El Vicepresidente Primero de Castilla-La Mancha y anterior Consejero de Sanidad en la región, Fernando Lamata, se entrevistó en el Ayuntamiento de Manzanares hace unos días con los representantes de la Plataforma convocante de la manifestación y con el alcalde, Miguel Ángel Pozas. Lamata estuvo acompañado por el director del SESCAM, Joaquín Chacón y escuchó todas las razones que obligaron a convocar la manifestación de este domingo aunque no ofreció soluciones aceptables.

En el comunicado leído bajo los soportales del Ayuntamiento al final de la manifestación, se dio a conocer esta noticia tras repasar todas las gestiones realizadas por la Plataforma, Ayuntamiento y alcalde de Manzanares en los últimos años sin resultado alguno.

Cándido Jorge Sevilla, vecino de Manzanares, fue el encargado de leer el manifiesto, interrumpido en numerosas ocasiones por aplausos de la multitud y gritos de “¡fuera, fuera!” cuando se aludía a alguna de las autoridades sanitarias, especialmente al director gerente de “La Mancha Centro”, Santiago Cortés, de quien se dijo que pasaban etapas de más de cincuenta días sin aparecer por Manzanares.

La manifestación terminó con la lectura de las principales demandas de la comarca de Manzanares ante el SESCAM. Se reclama un hospital autónomo con un gerente, un director médico, un director de enfermería, un director de gestión, todas las jefaturas médicas de Sección, sin supeditación a otros hospitales, gestión de las listas de espera y codificación de las historias clínicas propias, y la misma cartera de servicios actual.

Otra demanda es la autogestión del “Virgen de Altagracia” tras un proceso limpio y con las debidas garantías para recuperar todo lo perdido en los últimos años, tanto medios técnicos y humanos “de los que, tan injustamente se nos ha privado”. Por ello se quiere la compensación en plantillas, servicios y jefaturas que hubieran correspondido en este tiempo.

También se quiere pertenecer, como hospital autónomo, tal y como ocurre con el hospital de Valdepeñas, al Área Sanitaria de Ciudad Real, y tener a su nuevo Hospital General como referencia para aquellas especialidades de las que carece el de Manzanares. De esta manera se quiere acabar con los desplazamientos innecesarios e incomodidades para los usuarios del “Virgen de Altagracia”.

La Plataforma, cuyos miembros presidieron la lectura, pide al SESCAM que garantice y vele que el proceso de separación se lleva a cabo “sin que la larga mano de Alcázar y de Santiago Cortés y su equipo perjudiquen más a este hospital y a los usuarios que de él dependen”.

Antes de un prolongado aplauso final, el manifiesto concluyó con la esperanza de que la masiva presencia ciudadana no cayera en saco roto. Si fuera preciso, se anunció que continuarán las movilizaciones ciudadanas. “Que sepan todos los dirigentes del SESCAM y del gobierno regional que, con independencia de su color político, Manzanares y su comarca están en lucha por la autonomía de su hospital”, finalizó el texto.

Larga lista de discriminaciones en el Complejo Hospitalario

En la manifestación se expusieron muchos ejemplos de discriminación del hospital de Manzanares dentro del complejo “La Mancha Centro”. Desde que en 1996 se creó éste, el “Virgen de Altagracia”, que anteriormente había funcionado un cuarto de siglo de forma independiente, ha perdido identidad mientras que el hospital de Alcázar ha crecido de forma desmesurada.

También se dejó en evidencia el desconocimiento de la situación del hospital de Manzanares por parte del director del SESCAM, Joaquín Chacón, quien con las obras de ampliación del “Virgen de Altagracia” anunció que las consultas de especialidades llegarían a 19 cuando actualmente hay más de treinta. Después rectificó y anunció 37 sin que haya noticias de modificaciones en las obras.

En el comunicado se tachó de incompetentes y prepotentes a los dirigentes del Complejo que “sin sentido de la ética, de la justicia y de la solidaridad, sólo barren para Alcázar”, desde donde se controlan todos los datos y sistemas informáticos de Manzanares. También se les acusó de crear una falsa imagen del hospital, desacreditando a sus profesionales.

En mayo se nombró, como muestra del inicio de la autonomía del hospital de Manzanares, a un gerente y directores de gestión y de enfermería, todos ajenos al hospital y tutelados desde Alcázar. Mientras, en el hospital de Alcázar todos son de allí, al igual que son de Tomelloso los miembros del equipo directivo de su futuro hospital.

Desigual reparto de jefaturas de servicio y de sección, selección de profesionales con prioridad para el “Mancha Centro” de Alcázar, disminución de ocho plazas de enfermería en Manzanares son otros ejemplos de agravios. Hay más, como que Alcázar decide lo que se compra y lo que se opera en Manzanares, arrebatando a ese centro las intervenciones más importantes, lo que repercute en el ámbito económico y científico; reparto discriminatorio de recursos humanos y técnicos, enviando a Manzanares las sobras o aparatos de segunda mano y quedándose con lo nuevo en Alcázar. Con todo ello, se hace más atractivo aquel hospital.

Ocurre lo mismo con la resonancia magnética, con instalaciones fijas en Alcázar y Tomelloso y un camión dos días por semana en Manzanares; con la UVI móvil, que se comparte con Alcázar pero que está allí y entre trámites y distancias precisa de cuatro horas para un traslado urgente. De Manzanares también se llevaron el Servicio de Atención al Paciente, limitando la posibilidad de canalizar debidamente las reclamaciones de los usuarios.

Mientras el hospital de Alcázar, con quince años, crece en 120 camas, UVIs y quirófanos, el de Manzanares, con 34 años y mayores necesidades, no crece en camas, falta un quirófano según el plan funcional y se quiere eliminar otro para instalar una centralita. Si según el SESCAM en Manzanares ha aumentado la actividad quirúrgica y el número de ingresos, ¿por qué no aumentan las camas?”, se pregunta la Plataforma. Tampoco se cumple el compromiso del gerente de crear comisiones de seguimiento de las obras y se realizan desplazamientos innecesarios a Alcázar o a clínicas privadas para que los pacientes reciban tratamiento que existe en Manzanares.

Otra razón para la segregación total y tener como centro de referencia al hospital de Ciudad Real, como ocurrió durante muchos años sin fricciones y en buena convivencia, tiene que ver con tiempos y comunicaciones, ya que en la capital se está en media hora por autovía y en Alcázar en unos cuarenta y cinco minutos por carretera secundaria llena de curvas.