El XXII Rally “Alarcos” causó expectación y asombro

El XXII Rally “Alarcos” causó expectación y asombro

Veintidós automóviles históricos, todos ellos anteriores a 1940, llegaron a Manzanares para visitar la ciudad con motivo del XXII Rally de Coches Antiguos “Alarcos”. Los participantes, procedentes de todos los puntos de España, disfrutaron con la estancia.

Sociedad
29-09-2006

El XXII Rally “Alarcos” lo conformaban más de sesenta personas, de distintos puntos del país, e hicieron parada en Manzanares para conocer la ciudad y a sus gentes. La concentración que se inició en Almagro, finalizó el domingo en Ciudad Real tras recorrer La Solana, San Carlos del Valle, Valdepeñas, Pozuelo de Calatrava, Carrión de Calatrava y Torralba de Calatrava.

Los expedicionarios visitaron, en primer lugar, las instalaciones de la cooperativa “Nuestro Padre Jesús del Perdón”, guiados por Juan Luis Lozano, miembro de su consejo rector. A continuación se trasladaron al Castillo Pilas Bonas para degustar los platos típicos y vinos de la localidad. Ramón Ramírez de Verger, jefe de la escudería, destacó la expectación y el recibimiento de los manzanareños.

En cuanto a los modelos de los coches que componían el XXII Rally “Alarcos” eran todos auténticas joyas, destacando una viajera de la marca Chevrolet que en los años veinte cubría el trayecto Sevilla Aljarafe. Alfonso Chávez, su propietario y mecánico de profesión, resaltaba la belleza de este vehículo junto con la dedicación y cuidados que ha tenido que realizar a lo largo de tres años y medio de restauración.

Por su parte, el presidente de la escudería y también representante del Real Automóvil Club en Ciudad Real, Ramón Ramírez, explicó que el Rally tenía como objetivo la promoción del turismo. “El turismo como intercambio de países y personas, ese el fundamento del rally. El automóvil es el medio ideal para hacer turismo. Con este fundamento hacemos promoción al día de las visitas que realizamos a las poblaciones de la provincia”, señaló.

El almuerzo en el Castillo Pilas Bonas también sirvió para que muchos manzanareños pudieran acercarse a sus inmediaciones y disfrutar in situ de estas históricas máquinas del tiempo dibujando con ello una bonita estampa.