La ciudadanía de Manzanares continúa cultivando la tradición del Belén Navideño

Poner el belén es una de las tradiciones más populares de la Navidad. El origen de esta costumbre está en las esculturas y pinturas que había en los templos para explicar la Navidad, pero la tradición nació en el siglo XIII cuando en la Nochebuena de 1223 San Francisco de Asís instaló un pesebre viviente en una cueva. Este belén tuvo tanto éxito que la tradición se extendió por toda Italia. A España llegó en el siglo XVIII. En muchos lugares de España todavía está la tradición de hacer un belén viviente.

Pero, sin duda, la ilusión de los aficionados a los belenes y a las manualidades es crear un belén que refleje, no solo el entorno de la época sino añadirle elementos propios de cada zona y que pueda permanecer no solo durante las fiestas navideñas sino hasta bien entrado el mes de enero para mostrarlo a la vecindad y a otros aficionados.

El matrimonio formado por Julián Arroyo y Mª del Mar Gallego tienen por costumbre poner en el hall de su casa un belén al que cada año suman más personajes, elementos y escenas que ellos mismos han elaborado y pintado. Así, en el que presentan en esta Navidad se puede apreciar, además del portal y sus personajes más característicos, un río, la típica noria, el monte, una hoguera, un pequeño pueblo con su frutería, panadería y pequeña iglesia, en la que no falta un nido de cigüeñas, entre otros establecimientos característicos.

La pareja manzanareña también ha querido reflejar el carácter manchego de su belén y para ello ha colocado un olivar y un viñedo, además de un castillo. Todo el escenario, expuesto en forma de “U” y con una extensión de más de cuatro metros, se encuentra iluminado y algunos de sus elementos tienen movimiento.

Mª del Mar Gallego explica que suele mantener el belén expuesto hasta mediados de enero para que todas las personas que deseen verlo puedan hacerlo en su casa situada en la calle San Miguel, en el Barrio Divina Pastora.