La memoria de Ignacio Sánchez Mejías sigue viva gracias a la Peña que lleva su nombre

La memoria de Ignacio Sánchez Mejías sigue viva gracias a la Peña que lleva su nombre

El rezo de un Padre Nuestro y la imposición de un ramo de flores ante el busto y escultura que el torero Ignacio Sánchez Mejías posee en la céntrica plaza del Gran Teatro junto a la lectura de poemas a cargo de componentes de Lazarillo T.C.E en la Plaza de Toros sirvieron para tributar un sencillo y rendido homenaje al diestro titular de la Peña en el 75 aniversario de su mortal cogida en el coso taurino de esta ciudad.

Sociedad
12-08-2009
Socios y socias de la Peña

Como es habitual, la veterana peña taurina Ignacio Sánchez Mejías fue fiel a su cita para recordar el triste y trágico suceso del 11 de agosto de 1934. Manzanares se encontraba en plena celebración de su feria y fiestas. En la gran corrida de toros de aquel sábado se anunciaban en los carteles el rejoneador Simao da Veiga y los toreros Domingo Ortega, Armillita y Alfredo Corrochano, que debían lidiar ocho toros de "Ayala Hermanos". Sin embargo, el fatal destino impidió que Domingo Ortega no hiciera el paseíllo al sufrir un accidente, por lo que fue sustituido por Sánchez Mejías, que el día anterior había toreado en Huesca.

Tras la lidia de los dos primeros por el rejoneador portugués, el tercero de la tarde correspondió a Ignacio Sánchez Mejías. Al comenzar la faena de muleta con su clásico pase sentado en el estribo resultó corneado por "Granadino", debiendo ser atendido en la enfermería de una herida penetrante en la región antero-interna del muslo derecho con dirección ascendente y de unos doce centímetros de profundidad. Ante la gravedad de la herida y la propia insistencia del torero, Sánchez Mejías fue trasladado a Madrid, donde falleció el lunes 13 de agosto de 1934.

Este hecho fue resaltado por Gonzalo León, presidente de la peña taurina Ignacio Sánchez-Mejías, que recordó la influencia e inspiración de este torero para la Generación del 27. Igualmente, resaltó la intensa y ajetreada vida de este torero sevillano que también fue presidente de la Diputación de Sevilla y del Real Betis Balompié.

León señaló que con motivo del 75 aniversario de la mortal cogida del torero sevillano la peña taurina de Manzanares ha estado en contacto directo con la familia del torero, aunque por diferentes causas no pudo estar presente ninguno de sus miembros. No obstante, no descarta la posibilidad que de que en próximos años sí asistan al homenaje.

Así las cosas, tras la imposición del ramo de flores y el rezo de un padre nuestro ante el monumento ubicado en la céntrica plaza del Gran Teatro, los socios y socias de la peña Ignacio Sánchez Mejías se trasladaron a la Plaza de Toros de Manzanares. En el tendido siete, componentes de Lazarillo T.C.E leyeron poemas de Federico García Lorca, Alberti y de los escritores manzanareños Manuel Serrano Amo y de Tomás Sánchez Gil, gran aficionado taurino y socio de la peña organizadora.

Antes de la lectura de poemas, Cecilio Amores, miembro de Lazarillo, ofreció datos biográficos del torero sevillano. Señaló que Ignacio tuvo una personalidad excepcional y un atractivo singularísimo. Añadió que muy pocos podrían comparársele, en ese siglo, como Lawrence de Arabia, Chaplin o Picasso. Dijo que el biógrafo Andrés Amorós afirmó que, de haber nacido norteamericano, habría sido ya objeto de varias películas. “A cambio de esa gloria, que ya llegará, tiene la de haber sido uno de los grandes toreros del siglo XX. Disfrutó de enorme popularidad, del amor de las mujeres, de la admiración de los hombres y del caprichoso afecto de los artistas.”

Amores apuntó que la muerte de Ignacio Sánchez Mejías fue glosada por Miguel Hernández y Rafael Alberti -que hizo el paseíllo en su cuadrilla- y otros grandes poetas, pero el que ganó la partida fue García Lorca, cuyo Llanto por la muerte de Ignacio Sánchez Mejías es quizás su obra más redonda, para muchos, la mejor elegía en nuestra lengua desde las Coplas de Jorge Manrique.