El campamento urbano concluyó con una acampada en el recinto ferial

El campamento urbano concluyó con una acampada en el recinto ferial

No todos los campamentos de verano tienen que ser en la montaña o en la playa. También pueden hacerse sin salir de la ciudad y resultar igual de interesantes y divertidos. Un año más, dentro de las actividades de verano infantiles programadas por la concejalía de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Manzanares, se ha celebrado durante el mes de julio el campamento urbano “boakchip”, que terminó el miércoles tras pasar una noche de acampada en el recinto de la Feria del Campo.

Sociedad
02-08-2008

La asociación juvenil “Talayot”, responsable del desarrollo del campamento urbano, celebró el martes una acampada al aire libre en el recinto de FERCAM como actividad final para los niños y niñas que han participado este mes en el “boakchip”. Comenzó por la tarde y duró hasta el día siguiente. Durante esas horas, los jóvenes campistas pudieron disfrutar de juegos y dinámicas junto con los monitores y coordinadores de la asociación.

Paco Romero y Carlos Calero fueron los coordinadores de esta actividad, al igual que de otros campamentos de la asociación “Talayot”. El primero, además de coordinador, es el vicepresidente de esta asociación juvenil y contó cómo fue la llegada de los niños y niñas al recinto de FERCAM donde se celebró la acampada. “Vinieron los chavales a las siete y media y estuvieron colocando las tiendas de campaña y los sacos de dormir. Después estuvieron jugando un rato hasta la hora de cenar, mas o menos hasta las nueve”.

La tarde, desde la llegada a las siete y media, estuvo repleta de actividades para entretener y divertir a los niños y niñas que participaron en la acampada. Después de cenar, los monitores y voluntarios que cuidaban de los niños, les propusieron a estos varios juegos que ocuparon y amenizaron la noche como, por ejemplo, “Los aguadores”, “Carreras de obstáculos” ó “Transporte con palos chinos”.

Después de esto, a medianoche, tuvo lugar el plato fuerte que todos esperaban: “El Gran Juego”. Los monitores disfrazaron de indios a los niños y niñas para la realización de una Gymkhana que consistió en resolver diversas pruebas por todo el recinto de la Feria del Campo.

Finalmente, a las tres y media o cuatro de la madrugada y después esa agitada tarde, se acostaron en las tiendas de campaña. Según el vicepresidente de “Talayot”, a la mañana siguiente los más madrugadores “ya estaban danzando a las ocho de la mañana, pero se han levantado todos a las nueve y han estado colocando los sacos y guardando su ropa en las mochilas. Luego han ido a desayunar”, explicó.

Los chicos, con todo preparado para volver a casa y, en general, contentos por lo bien que se lo pasaron, realizaron los últimos juegos de la jornada, recibieron unos regalos por parte de sus monitores y se marcharon a las once y media de la mañana. A todos los participantes les gustó la experiencia y coincidieron en lo mismo: el año que viene, repiten.