La Selección Española une en la celebración a tres mil personas

La Selección Española une en la celebración a tres mil personas

La plaza de la Constitución volvió a ser el centro de la celebración de la afición futbolística de Manzanares. En esta ocasión fue por el histórico triunfo de la Selección Española en la Eurocopa. Entre las once y las doce de la noche se concentraron en ella unas tres mil personas, en su mayoría jóvenes, que cantaron y saltaron de júbilo. También hubo baño multitudinario en la fuente de las Palomas.

Sociedad
01-07-2008

Aquí habíamos visto celebrar sus Champions League y sus Ligas a la afición del Real Madrid y del Barça, pero nos faltaba una celebración conjunta que uniera a merengues, culés, colchoneros, leones, béticos y demás aficionados de Manzanares. Y eso lo consiguió, como no podía ser menos, el equipo que nos representa a todos y a todas: la Selección Española.

La celebración de este domingo, tras la victoria por 1-0 ante Alemania en la final de la Eurocopa, dejó pequeñas todas las celebraciones anteriores. Manzanares, como el resto de ciudades de España, fue una explosión de júbilo y alegría de una afición que, en su gran mayoría, no conocía una gesta futbolística similar como nación.

La afición se echó a la calle una vez que Casillas levantó la copa en Viena. Las calles de acceso a la plaza de la Constitución de Manzanares comenzaron a ser un peregrinar de camisetas rojas y banderas españolas. La celebración colectiva se vivió intensamente en la plaza entre las once y las doce de la noche, aunque se prolongó hasta entrada la madrugada.

En los momentos de mayor afluencia, entre cánticos, saltos, petardos, baños y flamear de banderas, la plaza manzanareña congregó a unas tres mil personas. La juventud fue la que más efusivamente lo vivió, sin reparar en escalar hasta lo más alto de la fuente de las palomas, con el consiguiente remojón.

El “A por ellos”, “Soy español”, “Campeones”, “Oé, oé” y el “Viva España” se repitieron hasta la saciedad, amenizados incluso por una improvisada charanga que hasta puso a bailar a la plaza con “Paquito Chocolatero”, colofón inexcusable a todas fiesta popular que se precie en nuestro país.

El aspecto que tuvo la plaza fue emocionante para una afición que, salvo con el 12-1 a Malta o la goleada a Dinamarca del mundial 86 en Méjico, no había vuelto a tener un motivo de alegría similar con el combinado español. Esperemos que no pasen tantos años y que la plaza, seguramente ya reformada, acoja más celebraciones como la del domingo. El mundial de dentro de dos años en Sudáfrica puede ser la excusa. Ya sabemos que ¡podemos!