El tinto de Pago Casa del Blanco, oro en los Premios Gran Selección 2009

El tinto de Pago Casa del Blanco, oro en los Premios Gran Selección 2009

El presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, entregó en Talavera de la Reina (Toledo) los premios Gran Selección 2009, que reconocen los mejores vinos, quesos manchegos, aceites de oliva, mieles y azafranes y, como novedad este año, el mejor jamón serrano de la región. En la categoría de Tintos de más de 3 años, el oro fue para el vino “Quixote 2005”, Vino de la Tierra de Castilla, de la variedad Cabernet / Syrah, de Pago Casa del Blanco, de Manzanares.

Economía. Empresas
23-07-2009
Imagen de la bodega de Pago Casa de Blanco en Manzanares

Pago Casa del Blanco, es una bodega tradicional del siglo XXI. Hace cerca de diecisiete años, la familia de Joaquín Sánchez adquirió la finca Casa del Blanco. Desde entonces, su trabajo continuado y su esfuerzo por mejorar el viñedo, les ha situado en un lugar destacado dentro del panorama vitivinícola, a pesar de ser la bodega más joven de la zona, siempre persiguiendo un objetivo: la calidad de los caldos.

Pago Casa del Blanco se encuentra en la carretera de Moral de Calatrava y cuenta con un viñedo de 150 hectáreas, en las que cultivan su propia materia prima, en forma de doce variedades de uva distintas. En cuanto a la uva blanca, en la finca de Pago Casa del Blanco pueden encontrarse las variedades Sauvignon Blanc, Airén, Chardonnay y Moscatel. A este respecto, Antonio Merino, enólogo de la bodega, resalta que, su apuesta por la investigación y la reconversión del viñedo les ha llevado a prescindir de la típica Macabeo.

En uvas tintas, destacan las variedades Tempranillo (con cepas de más de cuarenta años), Cabernet Sauvignon, Merlot, Syrah, Petit Verdot, Malbec, Cabernet Franc y Garnacha. Con todas ellas se obtienen caldos de gran calidad, comercializados a través de dos marcas claramente diferenciadas, con nombres muy arraigados a esta tierra, Quixote para vinos tintos y Pilas Bonas para los vinos blancos. Completan el entorno de la bodega una explotación cinegética, con un amplio coto de caza, y más de medio centenar de hectáreas dedicadas fundamentalmente al cultivo de cereal.

Sus instalaciones, con más de 4.000 metros cuadrados de superficie, cuentan con dispositivos móviles, en lugar de fijos, en la zona de elaboración. Así, por ejemplo, en Pago Casa del Blanco no hay tolvas, ni descargaderos, que permitirían procesar mayores volúmenes de uva. En cambio, se ha optado por un tratamiento más manual y cuidadoso, aunque siempre contando con la más avanzada tecnología del sector. “Nuestro compromiso es con la calidad, por encima de la cantidad”, apunta Merino. Una calidad que ya ha sido reconocida con numerosos premios nacionales e internacionales.

En la bodega Pago Casa del Blanco tiene una importancia especial la zona de crianza, ya que la mayoría de los vinos elabora tienen una amplia madurez. En esta gran zona, con tres centenares de barricas de madera, se mantienen una humedad y temperatura idóneas, controladas electrónicamente.

Quixote y Pilas Bonas están presentes en ocho países del mundo. Aunque una de sus principales pretensiones en el momento actual es darse a conocer y distinguirse del resto de marcas, logrando elevar su valor comercial. Esta misma intención les llevó a instalar un acogedor stand en la pasada edición de FERCAM, por segundo año consecutivo. Antonio Merino destaca que, desde sus orígenes, Pago Casa del Blanco se ha marcado una meta y se está trabajando duro para conseguirla, obtener para sus vinos la Denominación de Origen Pago.