La sociedad manzanareña descubre el interior del mundo penitenciario

El Centro Penitenciario de Herrera de La Mancha forma parte de la sociedad manzanareña y la ciudadanía debe tener una sensibilidad especial Con esta premisa partían las declaraciones realizadas por Benjamín Rey Soto, sacerdote y delegado diocesano de la Pastoral penitenciaria, con motivo de las Jornadas de Sensibilización que ha organizado Cáritas en esta localidad.

Las conferencias, que contaron como ponentes a Vanesa Martín-Moreno, trabajadora social y Felipe Roncero Román, licenciado en derecho junto a Benjamín Soto, respectivamente, se estructuraron en dos jornadas. En la primera de ellas, se describieron las características del mundo penitenciario, así como las alternativas a las penas de prisión, y la situación actual de la ley penal. Al siguiente día, los ponentes introdujeron a los numerosos asistentes en los criterios del evangelio, en el mundo penitenciario y el quehacer de la Iglesia.

Por su parte, el abogado Felipe Roncero centró su ponencia en la situación actual de la Ley General Penitenciaria que, a su juicio, “es realmente ambiciosa”. Dijo que el problema, en otros muchos campos, no es de legislación adelantada, sino de dotarla de medios para integrar a los internos y ampliar el número de profesionales, que ayuden a su inserción en la sociedad. “No es un problema de ley, sino de voluntad política”.

Añadió el conferenciante que la privación de libertad conlleva, entre otros aspectos, la privación de votar en el tiempo de duración de la condena. “Estos ciudadanos dejan de tener sentido para el político, que lo que busca es el voto”.

Otro temas tratados por Felipe Roncero fue el concepto distorsionado que le llega a la sociedad sobre el mundo penitenciario. Apuntó que vulgarmente la ciudadanía se cree que los presos viven como en un hotel de cinco estrellas, “que sin hacer nada te dan de comer, estudiar y puedes ver la tele”. Añadió que la sociedad no se da cuenta que “la privación de libertad es la mayor pena que puede sufrir un ser humano”.

Cabe destacar que, en las jornadas de sensibilización, se dio a conocer la labor que realiza la Pastoral Penitenciaria. Según el sacerdote, Benjamín Soto, su presencia sirve para ayudar a humanizar el sistema penal y estar cerca del interno. A su juicio, el anuncio del evangelio tiene una doble finalidad.”Entendemos que el mensaje de Jesucristo llega y libera a la persona, ayudándole a integrarse. Por otro, ocuparnos de la persona del preso en todas las áreas desde la social, jurídica y religiosa”.

Igualmente, Benjamín Soto destacó de los “privados de libertad”, las carencias en distintos aspectos, la falta de estima personal, la necesidad de ser escuchados y valorados como personas y, sobre todo, el horizonte tan incierto, de cara a la inserción. “Es un ambiente muy difícil y problemático”.

Por su parte, Vanesa Martín-Moreno, trabajadora social, señaló, que su función, tanto en las prisiones de Herrera de la Mancha como en Alcázar de San Juan, es ayudar a estas personas que sufren diferentes necesidades, tanto afectivas como económicas, realizando visitas individuales y a sus respectivas familias desde Caritas. Para ello, forma a grupos de voluntarios que hacen la vida un poco más fácil a los internos.

Por último, los tres conferenciantes animaron a los asistentes a que se hagan voluntarios, ya que se proyecta crear nuevos talleres. Hasta la fecha, tan solo existe en Herrera de la Mancha, el de animación a la lectura. Cabe destacar que durante las Jornadas se instaló una tienda de productos de comercio justo.