Un manzanareño inventa ingeniería ferroviaria alternativa respetuosa con el Medio Ambiente

Un manzanareño inventa ingeniería ferroviaria alternativa respetuosa con el Medio Ambiente

El inventor manzanareño José Luis Pinilla Trujillo, apasionado del ferrocarril, es el artífice de una novedosa forma de reutilización de las antiguas vías férreas en desuso mediante artilugios sin motor. La antigua Ruta de la Plata, que conectaba a través del ferrocarril las localidades de Plasencia (Cáceres) y Astorga (León), a su paso por el valle del Ambroz será el primer lugar donde pueda disfrutarse de esta original opción de turismo rural.

Sociedad
27-09-2008

José Luis Pinilla ha diseñado y creado diferentes vehículos que se trasladan sobre las antiguas vías férreas impulsados por la fuerza de los brazos o de las piernas. Con ellos se pretende llevar a cabo un tipo de turismo rural innovador y respetuoso con el medio ambiente. Las vías muertas recobran una nueva vida, alejándose de las típicas vías verdes, gracias a MARE, la empresa de “ingeniería ferroviaria alternativa” de este inventor manzanareño.

El Valle del Ambroz, en Cáceres, es el primer lugar en el que se ha hecho realidad este novedoso aprovechamiento de las vías férreas. Para ello, se utiliza un tramo de la antigua línea de la Vía de la Plata, que conectaba Plasencia y Astorga. Esta línea férrea se cerró en 1985, dejando más de 400 kilómetros de vías cerradas.

Pinilla, consciente del potencial turístico que ofrecía este lugar, se puso en contacto sin éxito con ayuntamientos y entidades de la zona hasta que el propietario del albergue “Vía de la Plata”, en la localidad de Hervás (Cáceres), le encargó la construcción de varios vehículos de tracción humana para realizar excursiones turísticas por esta vía férrea abandonada.

Los vehículos encargados al inventor manzanareño han sido cuatro balancines o “zorrillas”, como se conocen en el argot ferroviario, y varios ferrociclos. Los balancines son vehículos que deben ser movidos por dos personas por medio de una manivela. El ferrociclo, por su parte, es una bicicleta adaptada para circular por las vías férreas que puede alcanzar una velocidad cercana a los diez kilómetros por hora.

La construcción de uno de estos ferrociclos, cuyo precio de venta es de 3.000 euros, requiere un mes de trabajo. Los balancines se realizan en unos tres meses y desde 7.000 euros. MARE también construye vehículos a motor eléctrico o de explosión, cuyo tiempo de fabricación es de cinco meses, oscilando su precio entre los 12.000 y los 15.000 euros. Todos los vehículos se realizan por encargo.

El próximo proyecto de José Luis Pinilla consistirá en la rehabilitación turística de la vía férrea minera de Tharsis, en Huelva, con estos singulares artilugios. Para ello, se realizará una alternativa de ocio similar a la llevada a cabo en el Valle del Ambroz.