El Foro Ciudadano abordó en profundidad los alimentos transgénicos

Los alimentos trangénicos son aquellos que han sido elaborados a partir de un organismo modificado geneticamente (omg) (animales, vegetales o microorganismo) o los que contienen algún ingrediente que proviene de algunos de estos OGMs, incluyendo aditivos. Éstas fueron algunas de las conclusiones que se abordaron en el debate sobre alimentos trangénicos que estuvo organizado por el Foro Ciudadano de la Agenda 21 Local.

Los conferenciantes, José Luis Olmo y Julián Gómez-Cambronero, señalaron que los Organismos Modificados Geneticamente (OMGs) son aquellos cuyo genoma ha sido alterado por ingeniería genética (técnicas de ADN recombiante). El biólogo, José Luis Olmo, dijo que los OGMs son organismos a los que mediante esta nueva tecnología se les ha incorporado en su genoma nuevos genes procedentes de otros organismos o se han modificado los genes propios.

A la pregunta de si son seguros para la salud, Olmo se basó entres premisas. Resaltó “que el riesgo cero no existe, y mucho menos en la alimentación, añadiendo que no se puede decir que los alimentos transgénicos son cien por cien seguros para la salud”. Añadió que la variedad y diversidad de los transgénicos le hace afirmar “que no todos pueden ser buenos o son malos”. Y por último, expresó que se deben analizar caso por caso.

Así, desde un punto de vista científico, explicó Olmo, las diferencias de lo transgénico a lo convencional “sólo son técnicas”. Señaló que tradicionalmente para la mejor genética de las especies se ha venido utilizando la variación genética natural o la generada mediante mutagénesis, aplicando dos técnicas: el cruzamiento sexual y la selección de individuos con los caracteres de interés en las siguientes generaciones.

En cuanto a los beneficios que reportan estas alternativas, son, entre otros, que las plantas transgénicas se pueden utilizar para medir la contaminación radiactiva o para detectar minas. Otro caso de interés, según Olmo, hace referencia al desarrollo de una variedad de patata transgénica que, al contener el gen de la subunidad B de la toxina del cólera, es capaz de inmunizar contra esta enfermedad”.

En cuanto a las actuales aplicaciones comercializadas se encuentran las plantas transgénicas de tomate con genes que alargan el periodo de conservación y almacenamiento; plantas transgénicas de soja, algodón, colza o maíz a las que se le ha incorporado un gen que produce la resistencia al principio activo, lo cual permite eliminar las malas hierbas; o plantas trangénicas resistentes a patógenos como virus, bacterías, hongos nematodos e insectos. Otras aplicaciones serían, según Olmo, los claveles morados que encontramos en alguna floristería.

Por su parte, Julián Gómez-Cambronero dijo que en Europa sólo está autorizado el cultivo de maíz transgénico Bt y, desde hace unas semanas, la patata Amflora. Añadió que el único país de Europa donde se cultiva de manera comercial este maíz es España, aunque existen otros cultivos experimentales. En cuanto a los alimentos transgénicos que se importan para consumo humano y animal son soja RR y maíz Bt, además del algodón para uso industrial.

Gómez-Cambronero señaló que actualmente no hay producción comercial de arroz trangénico en ninguna parte del mundo y que para que un alimento contenga transgénicos no tiene que llevar necesariamente maíz o soja, “puede tener ingredientes derivados de estas dos plantas como lecitina, aceites o grasas, en el caso de la soja o sémola, glucosa o dextrosa, en el caso del maíz.

El conferenciante dijo que según la Ley toda aquel alimento que contenga en un ingrediente más del 0.9 % de transgénico debe advertirlo en el etiquetado. Adelantó que el Foro Ciudadano de la Agenda 21 Local publicará, próximamente, un resumen con los contenidos de este debate así como información y enlaces que se podrán obtener a través de www.agenda21manzanares.org o info@agenda21manzanares.org