Cientos de personas acompañaron a Jesús del Perdón en la procesión del bicentenario

Ni la lluvia, ni el viento, ni el frío que hicieron acto de presencia en la mañana del Viernes Santo frenaron los deseos de los manzanareños de acompañar a Jesús del Perdón y presenciar los actos conmemorativos del bicentenario de los hechos que posteriormente darían origen a su patronazgo. A los pocos minutos de salir desde la Ermita de la Veracruz a las diez y media, la procesión extraordinaria con la imagen del Patrón tuvo que modificar el recorrido previsto para refugiarse de la intensa lluvia en la Parroquia de la Asunción.

Todo el séquito aguardó durante una hora en el templo parroquial hasta que, tras cesar la lluvia, se consultó a los servicios meteorológicos del Aeropuerto de Ciudad Real y se decidió continuar con la procesión ante la menor probabilidad de precipitaciones.

Encabezada por autoridades eclesiásticas y civiles, y por representantes de todas las Hermandades de la localidad, y seguida por numerosos fieles, la procesión realizó diversas paradas para dar lectura a textos religiosos. El mal tiempo, y la aparición por momentos de una fina lluvia, obligaron a tomar la decisión de no hacer todas las paradas previstas y continuar hasta las inmediaciones de la Ermita del Cristo de la Agonía donde volvían, doscientos años después, Jesús del Perdón y el pueblo. Esta vez, en lugar de para frenar el ímpetu devastador de las tropas francesas, lo hicieron para conmemorar aquel perdón con la inauguración del monumento “La Mano Tendida”, realizada por Juan Sánchez, como símbolo de la capacidad del ser humano para pedir y dar el perdón.

El sol también apareció y no se quiso perder el acto principal de la rememoración del encuentro entre el general que lideraba las tropas francesas y el párroco Sotomayor con la imagen de Jesús del Perdón y el pueblo de Manzanares. Comenzó con la lectura de cuatro textos que personificaron a los protagonistas de los acontecimientos del 31 de marzo de 1809. El primero, interpretado por Carmen López, simbolizaba a una mujer que, horrorizada con la guerra, pide clemencia; al segundo le puso voz Alberto Sánchez-Migallón representando a la autoridad militar del general francés; el tercer texto, narrado por José Miguel Martín como guerrillero, muestra el odio y la violencia; Ignacio Antonio Iniesta presentó la cuarta narración simbolizando la actitud conciliadora del párroco Sotomayor.

Acto seguido, una voz en off personificó a Jesús del Perdón describiendo las diferentes actitudes de cada personaje ante la guerra, la violencia y el perdón. Posteriormente, “La Mano Tendida” fue inaugurada y desvelada por su autor Juan Sánchez; por un emocionado Hermano Mayor de la Hermandad de Jesús del Perdón, Agustín Trujillo; por el alcalde de Manzanares, Miguel Ángel Pozas; y por el Párroco Luis Gallego, que bendijo el monumento que sirve de homenaje al diálogo y al perdón. Seguidamente, por dos mayores de la cofradía, se depositó una corona de laurel en recuerdo de todas las personas que sufrieron en aquella contienda y en memoria de las víctimas de cualquier guerra en cualquier tiempo.

Uno de los momentos más entrañables y emotivos del acto fue cuando dos niños, que representan al futuro de la localidad y el deseo de que sus manos trabajen por la justicia y la paz, volvieron a colocar en la imagen de Jesús el fajín del general francés que, en su momento, simbolizó el perdón otorgado por las tropas napoleónicas al pueblo de Manzanares.

El secretario de la Hermandad, Rafael Ángel Huéscar, se dirigió a los asistentes para explicar el motivo y el significado del acto conmemorativo del bicentenario del patronazgo de Jesús del Perdón. Así mismo tuvo palabras de agradecimiento para el artista Juan Sánchez, al Ayuntamiento de Manzanares, Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y demás entidades, empresas, particulares y al pueblo en general por su apoyo y aportaciones económicas para hacer realidad este proyecto gestado en 1911, cuando se decidió erigir un monumento en recuerdo a Pedro Álvarez de Sotomayor.

El párroco de la Asunción, Luis Gallego, cerró el acto dirigiéndose a Jesús del Perdón en oración para pedir la paz en el mundo. La imagen del Patrón de Manzanares regresó a su Ermita de la Veracruz acompañada por la banda de música “Maestro Emilio Cano” de Membrilla, que participó en los actos, y por un nutrido grupo de fieles. Otras muchas personas se acercaron a tocar el monumento de bronce que recuerda tan singular episodio de la historia de Manzanares.