El biólogo José Luis Olmo estudia las orquídeas de los montes de Siles

El biólogo José Luis Olmo estudia las orquídeas de los montes de Siles

José Luis Olmo Rísquez, que ha realizado un estudio minucioso de las orquídeas de los montes de Siles, dice que son las plantas más evolucionadas y especializadas del reino vegetal. El biólogo y naturalistas manzanareño señala que en estos montes se pueden encontrar hasta cuatro especies de orquídeas y pide que se proteja el paraje.

Sociedad
26-07-2007

Las orquídeos, un nombre que se asocia a lugares exóticos, están al lado de casa. Forman una de las familias de plantas más numerosas del reino vegetal, con más de 20.000 especies, agrupadas entre 400 y 800 géneros. Olmo Rísquez, que un año más rompe moldes y quiebra ideas preconcebidas en la revista de Ferias del Ayuntamiento de Manzanares, afirma que la familia de las orquídeas tiene una distribución mundial.

En los montes de Siles, situados a unos trece kilómetros de Manzanares por la carretera del Moral, se pueden encontrar al menos cuatro especies de orquídeas de las aproximadamente 300 especie descrita en Europa, la Orchis papilonaceae, Orchis moro, Orchis tentradentata y la Orchis tenthredinifera.

Estas orquídeas se pueden observar en los meses de marzo y mayo, período de floración, y como ocurre con la mayoría de las orquídeas terrestres poseen tubérculos subterráneos, que les sirven de órganos de reserva para pasar las condiciones adversas del verano y del invierno. El biólogo manzanareño hace notar que el nombre de orquídea procede de la palabra griega “Orchis” que significa testículo, debido a la semejanza de los tubérculos subterráneo con los testículos animales.

Olmo Rísquez señala que la especie más abundante en los montes de Siles es la orquídea grandiflora, una de las más bellas flores ibéricas, de color rosa-púrpura intenso y muy llamativo; y precisa que se dice que los tubérculos de esta especie tiene propiedades afrodisíacas, pero esto es debido al parecido de los tubérculos con los testículos y que era muy frecuente en la antigüedad asociar formas con propiedades curativas.

La posibilidad de encontrar con facilidad la Orchis tridentata, cuyas flores son de color rosa a blanco-rosa y otras orquídeas todavía más raras en un paraje típicamente mediterráneo, lleva al biólogo manzanareño a pedir que se “cuide, respete y proteja con el fin de poder disfrutar de su riqueza vegetal y medioambiental”.