Artesanos Camiseros crea una nueva empresa que tendrá su sede social en Manzanares
Artesanos Camiseros crea una nueva empresa que tendrá su sede social en Manzanares
Artesanos Camiseros crea una nueva empresa para competir en el sector de trajes a medida que tendrá su sede social en Manzanares, donde el grupo tiene ya su fábrica. La nueva sociedad se llamará Berhnayer Taylor y abrirá tiendas propias en Madrid, Salamanca y Córdoba. Los trajes de la nueva sociedad tendrán un precio de cerca de 800 euros y quieren competir con firmas de la altura de Hermenegildo Zegna o Cavalli.
El Grupo de Artesanos Camiseros, la primera firma mundial de camisería a medida, ha creado una nueva empresa para la fabricación y distribución de trajes de hombres hechos a medida y que serán de gama alta.
Según una información publicada hoy por el diario El País en sus sección de Economía, en la nueva sociedad tendrá el 56 por ciento del capital el Grupo de Artesanos, y el restante 42 por ciento se lo repartirán Expides (la sociedad de Desarrollo Empresarial de la SEPI) y CLM de Inversión, que está controlada por la Caja de Castillo La Mancha.
Se trata de un nuevo proyecto inscrito en el plan de crecimiento del grupo, que pretende competir en el sector del traje de calidad para hombres con firmas como Hermenegildo Zeña, Cavalli y otras marcas de ese nivel, según ha informado Francisco Moreno, presidente de Artesanos Camiseros y su primer accionista.
La firma de alta costura Elio Berhnaye fue adquirida por Artesanos y la filial de capital riesgo de Caja Madrid, en junio de 2006, con el objetivo de potenciarla tanto en el segmento textil como en el diseño de complementos, interiorismo, joyas y muebles.
Los trajes de la nueva sociedad contarán con el diseño y la costura de Berhnayer y tendrán un precio de cerca de los 800 euros, competitivo para su gama, en opinión de Francisco Moreno.
Artesanos Camiseros nació en 1992 de la iniciativa de un grupo de directivos de varias empresas, Francisco Moreno fue presidente de La Lactaria España y de Carbonell, y dirigió la venta de empresas alimentarias del antiguo Instituto Nacional de Industria (INI) a Tabacalera, hoy Altadis. El pasado año la empresa logró una facturación de 18 millones de euros y la plantilla se situó en las 260 personas, que llegan a 416 si se cuentan las franquicias de la marca.