La planta de Suzuki pasa al grupo FASUR y se convierte en “System Manufacturing Spain”

El comité de empresa de la antigua “Suzuki Manufacturing Spain” de Manzanares espera que los nuevos responsables de la fábrica consoliden y “dimensionen” la producción de esta planta, en la que FASUR podría invertir seis millones de euros en los próximos tres años. Así lo anunciaron en rueda de prensa el presidente del comité, Eusebio de la Fuente, y el secretario, Toribio Arias, quienes dijeron que durante todo este proceso han vigilado que se cumpliera la legalidad y no hubiera traumas laborales.

Los representantes sindicales en la nueva “System Manufacturing Spain” explicaron que el pasado día 20 de junio se llevó a cabo en una notaría de Madrid el traspaso del accionariado por el que el grupo industrial FASUR (Fabricados para Automoción del Sur, S.A.) se hace cargo de las instalaciones, carga de trabajo y personal que Suzuki tenía en su factoría de Manzanares, una operación cuyos términos económicos no han trascendido.

De la Fuente repasó el proceso desde que el 12 de mayo fue convocado el comité de empresa a una reunión con representantes de Suzuki y Fasur en la que, por sorpresa, se les comunicó la decisión del traspaso de la gestión. Suzuki, según el sindicalista, alegó que no tenía trabajo para Manzanares, por lo que el nuevo grupo podría mejorar la situación. La delegación del grupo andaluz se dio a conocer, con vídeo incluido, y presentó un proyecto que a priori resulta ilusionante para los trabajadores, quienes dijeron que aportarán sus veintiséis años de experiencia en el sector.

Fasur, con sede en Linares, se dedica a la fabricación de componentes y conjuntos mecanizados para importantes empresas del sector de la automoción. En su amplia cartera de clientes figuran John Deere, Audi, Iveco, Volkswagen, Opel, Boch, Fagor, Nissan, Renault, Rover, Saab, Citroen, Peugeot, Honda, Seat y Santana Motor.

El comité de empresa dijo que mantuvo informados a los trabajadores del proceso y que durante el mismo, al ser una decisión ante la que no podían hacer nada más, vigilaron el cumplimiento de todos los derechos laborales adquiridos. Aún así hubo quienes se mostraron reacios a dejar de depender de una multinacional, aunque la gran mayoría, según los sindicalistas, aceptó sin problemas al entender que a Suzuki ya no le interesaba esta fábrica y que los nuevos accionistas pretenden consolidarla y ampliarla.

Los 138 trabajadores de la plantilla mantienen su antigüedad. Inicialmente las perspectivas son buenas en cuanto a empleo ya que el proyecto de fabricación de cuatro nuevas piezas hasta fin de año podría generar entre quince y veinte puestos de trabajo más, según el comité de empresa.

El secretario provincial de la federación de Metal, Construcción y Afines (MCA) de la UGT, Sebastián Correas, mostró el apoyo del sindicato a la labor del comité de empresa y de la sección sindical de la UGT en Suzuki (ahora SMS). Dijo que desde los problemas de estabilidad de 1994, los sindicalistas han realizado una gran labor de brega en el mantenimiento del centro. Del mismo modo destacó la forma en la que han llevado este proceso de cambio de titularidad.

Correas habló de gran alegría por el cambio de empresa ante una multinacional que fruto de la deslocalización a la que arrastra la globalización, ha decidido marcharse y que desde 1994 ha ido progresivamente disminuyendo el empleo y la carga de trabajo en esta fábrica. “Es positivo en todos los términos porque hay vistas de inversión y crecimiento”, señaló.

El responsable de MCA-UGT en la provincia dijo que se ayudará a la nueva empresa a abrir puertas ante la administración regional y central para que sigan llegando inversiones y Manzanares aumente su capacidad industrial y siga siendo uno de los grandes referentes industriales de la provincia.