Alex Serna apuesta por un “museo vivo”

Alex Serna apuesta por un “museo vivo”

El responsable del diseño, distribución y decoración del museo “Manuel Piña”, Alex Serna, destacó en la presentación de la galería a los medios de comunicación que, sobre todo, quiere que sea un museo vivo, con intercambios con otras instituciones y museos, y en el que se puedan impartir cursos de diseño.

Actualidad Municipal
20-04-2007

Además de mostrar la obra del diseñador manzanareño, Serna dijo que el nuevo museo quiere ser también un homenaje a todas las personas que colaboraron con Piña en las diversas fases de su vida artística, que estuvo muy relacionada con otras esferas del mundo de la creación. Sus nombres figuran en un panel que se exhibe antes de bajar a las salas del museo. Serna está seguro de que ha hecho el museo que hubiera hecho el propio diseñador.

Por su parte, el concejal de Cultura del Ayuntamiento de Manzanares, Antonio Caba, habló de la historia de la casa que alberga la galería y de las inversiones hechas por el Ayuntamiento para ponerla a punto. Señaló que se trata de una “casa emblemática” de Manzanares, visitada por Santa Teresa de Jesús, que posteriormente fue sede del Instituto Laboral y del Instituto Azuer, y en la que, en la actualidad, tienen su sede varias asociaciones culturales. El museo está instalado en una bodega del siglo XVI que fue restaurada por una Escuela Taller con fondos europeos.

Caba destacó que el museo instalado en las viejas bodegas bajo la dirección de Alex Serna ha sido visitado por los familiares de Manuel Piña que se mostraron sensibles y agradecidos a la “delicadeza” con que se han tratado las piezas del diseñador manzanareño. El concejal de Cultura aprovechó la presentación dar las gracias a Serna y a todas las personas que han colaborado con él en la creación de este espacio museístico.

El artista responsable del diseño del museo abogó por una galería viva y dijo que para que este propósito se lleve a término ya se han entablado contactos con varias instituciones y museos, como el de Balenciaga, a fin de que haya intercambio de piezas y de actividades.

Con sus paredes de ladrillo pintadas y con una iluminación sumamente estudiada; con los maniquíes decapitados para que resalten únicamente los vestidos, Serna, que ha buscado la coherencia del conjunto y la división según las épocas, afirmó que “hemos hecho el museo que él hubiera hecho” porque el autor de los vestidos le comentó a Serna en alguna ocasión que quería que su obra fuera exhibida en una cueva.

En el capítulo de inversiones, Caba destacó que en la restauración de la bodega del siglo XVI se invirtieron cien millones de pesetas, y la preparación del museo otros diez millones de pesetas.