Manzaparty acercó la fotografía a la juventud
Manzaparty acercó la fotografía a la juventud
Una de las principales novedades del Manzaparty 2010 fueron los cursos, con los que los chicos y chicas de Manzanares han podido introducirse en el mundo de la fotografía y el retoque de imágenes. Eduardo Herrera fue el encargado de enseñar a los jóvenes las distintas técnicas de las que se sirven los profesionales a la hora de utilizar una cámara, a través de una charla teórica y unas entretenidas prácticas.
En la mañana del jueves, 1 de julio, se desarrolló un novedoso Curso de Fotografía, incluido dentro del Manzaparty 2010, la fiesta de la informática y las nuevas tecnologías de Manzanares, organizada por la Concejalía de Juventud del Ayuntamiento de la localidad.
La Casa de la Juventud acogió este curso que, junto con el de Diseño y Retoque de Imagen, celebrado los días 28, 29 y 30 de junio, han supuesto la mayor novedad de esta edición del Manzaparty.
El Curso de Fotografía, que fue impartido por Eduardo Herrera, se desarrolló entre las diez y media de la mañana y las dos del mediodía, contando con dos partes, una teórica y otra meramente práctica. Con él se pretendía enseñar unas nociones básicas a los jóvenes participantes, para que puedan emplear las técnicas aprendidas con sus cámaras caseras, así como “despertar su apetito” por el arte de la fotografía.
Herrera se mostraba muy satisfecho con la respuesta de la juventud manzanareña, ya que fueron muchos los chicos y chicas que participaron en este curso, escuchando con atención las explicaciones del monitor e implicándose activamente.
Durante la parte teórica, Herrera explicó a los chicos y chicas aspectos técnicos relacionados con el funcionamiento de las cámaras de fotos. Así, además de mostrarles las diferentes partes que componen la máquina y varios objetivos, les introdujo conceptos como la obturación, el diafragma, la sensibilidad o el balance de blancos.
En la segunda parte, meramente práctica y de mayor duración que la primera, la Casa de la Juventud se convirtió en un improvisado laboratorio fotográfico, en el que los participantes pudieron lanzar sus instantáneas y convertirse en profesionales de la fotografía por un día. Se trata, según afirmaba el monitor del curso, de que los chicos sepan sacarle luego el máximo partido a las cámaras que tienen en casa, ya que, en términos generales, todas las máquinas funcionan siguiendo un mismo protocolo.
Con respecto a la catalogación de la calidad de una fotografía, Eduardo Herrera afirma que no existen “buenas o malas fotografía, sino fotos adecuadas o no adecuadas”. En este sentido resaltó que uno de los aspectos más problemáticos suele ser la composición de la imagen que se captura con la cámara.
La colocación de la escena, según dijo, es algo que se va aprendiendo con la experiencia que solo dan los años de práctica. Seguro que el alumnado de este curso disfrutará de esta bella disciplina, que está al alcance de todos, durante mucho tiempo.