Maeso: “El Alzheimer afecta más a mujeres que a hombres”
Maeso: “El Alzheimer afecta más a mujeres que a hombres”
La tercera jornada de la Semana de la Salud abordó los cuidados del paciente con Alzheimer. En una charla preparada por las enfermeras Julia Maeso y Francisca Vázquez se explicaron conceptos sobre esta patología, que al día de hoy no tiene cura y que afecta más a mujeres que a hombres. Maeso incidió en la importancia de la estimulación del enfermo y de cuidar al cuidador.
La enfermedad de Alzheimer es un trastorno progresivo del cerebro, caracterizado por cambios degenerativos de las células nerviosas corticales y de las terminaciones nerviosas cerebrales. Este proceso produce un deterioro irreversible de la memoria y la destrucción de las funciones intelectuales. En el cerebro, las neuronas que controlan la memoria y el pensamiento están deterioradas, interrumpiendo el paso de mensajes entre ellas.
Así comenzó la ponencia Julia Maeso, enfermera del Centro de Salud II de Manzanares, sobre los cuidados del paciente con enfermedad de alzheimer, incluida dentro de la Semana de la Salud que se está desarrollando en Manzanares.
Las causas que produce esta enfermedad,. dijo que son desconocidas, barajándose una enfermedad autoinmune, un virus, la genética y deficiencia neurotransmisora. Según la profesional sanitaria, esta enfermedad tiene incidencia en adultos entre los 40 y 90 años, siendo progresiva en relación con la edad. Afecta a ambos sexos predominando en las mujeres, y tiene una evolución inexorable que conduce a la invalidez plena y finalmente a la muerte. Su diagnostico, es clínico y por ello de presunción, llegando al mismo por exclusión de otras causas de demencias, que sean verificables, y por los síntomas que se van a producir en función de la evolución de las lesiones en las zonas cerebrales afectadas.
Añadió que los síntomas y signos cognitivos son los más premonitorios y precoces, con perdida de memoria; desorientación temporoespacial, lenguaje; incapacidad de realizar movimientos finos y coordinados; percepción; cálculo; atención; pensamiento, juicio y abstracción.
Otros síntomas pueden estar relacionados con el funcionamiento general del individuo en su entorno, dándose en las actividades de la vida diaria en hábitos como comer, vestirse, lavarse o deambular.
Maeso resaltó que el hecho de que las personas que padecen Alzheimer se enfrenten diariamente a la pérdida progresiva de la capacidad para llevar a cabo las actividades habituales, tiene un efecto importante sobre la calidad de vida de los pacientes y de sus familiares.
La ponente destacó que la atención que recibe este enfermo tiene como fin mejorar su calidad de vida y, en la medida de lo posible, frenar el deterioro intelectual que sufren.
Así, enumeró algunos ejercicios que pueden ayudar a reducir la pérdida de memoria como: Leer revistas o periódicos; hacer puzzles simples; recordar nombres de personas utilizando fotografías, entre otros.
De la misma forma, incidió en proporcionar al enfermo una adecuada hidratación y nutrición, estableciendo rutinas y dieta variada, así como habilidades de autocuidado que respeten, en la medida de lo posible, su autonomía e intimidad.
Concluyó su ponencia afirmando que el Alzheimer es una enfermedad particularmente devastadora y que pocas afectan tanto a un paciente y a su familia y por un período de tiempo tan largo. Señaló que tratarlos durante todo el curso de la enfermedad es agotador. Por ello, los cuidadores familiares no se identifican con el rol de proveedor de cuidados, “cuidan de sus familiares dementes por la sencilla razón de que es su deber”. Estos cuidadores tienen la creencia generalizada de que los servicios sociales solo deben de intervenir una vez agotados los recursos familiares o que la familia esté agotada y exhausta.