Ortiz analizó la importancia del autocuidado de los ancianos
Ortiz analizó la importancia del autocuidado de los ancianos
La enfermera Ana Isabel Ortiz fue la encargada de impartir la charla “Cuidados del Anciano: Fomento del Autocuidado”. Esta conferencia se incluyó dentro de la Semana de la Salud, que organiza el Centro de Salud II de Manzanares. Siguiendo algunos consejos tales como no fumar, hacer ejercicio físico y mental, o cubrir las necesidades sexuales y de sueño, es posible estar más saludables y ralentizar la aparición de los síntomas del envejecimiento.
La Biblioteca Municipal “Lope de Vega” acogió, el martes 25 de mayo, la charla “Cuidados del Anciano: Fomento del Autocuidado”. Su ponente, la enfermera Ana Isabel Ortiz, explicó las modificaciones que sufre el organismo conforme va envejeciendo y unas pautas a seguir para “autocuidarse y para fomentar la salud de uno mismo”.
Ortiz apuntó que el envejecimiento no es otra cosa que una serie de cambios que se van produciendo en nuestro cuerpo a medida que transcurre el tiempo. En él influyen en distinta medida agentes ambientales, físicos y psíquicos, que afectan al organismo y hacen disminuir progresivamente algunas de sus funciones.
No es posible frenar el envejecimiento, ya que es algo que ocurre a todos los seres vivos de forma inexorable, pero sí se puede prolongar la “juventud”, manteniéndonos saludables durante más tiempo y ralentizando la aparición de los síntomas físicos y psicológicos del envejecimiento.
Entre los consejos que Ana Isabel Ortiz ofreció para lograrlo se encuentran, por ejemplo, no fumar, tomar un vaso de vino en las comidas, mantener una higiene adecuada, realizar ejercicio físico y mental, seguir unas pautas correctas de alimentación, tener un patrón adecuado de sueño, así como una sexualidad activa y saludable.
Para quienes convivan con personas mayores a su cuidado, la enfermera recordó que la empatía es muy importante y que no debe olvidarse que ellos “también fueron jóvenes en su día”. En cuanto a los propios mayores, resaltó la importancia del cuidado de uno mismo, teniendo en cuenta su propio patrón de necesidades que deben ser cubiertas, así como de las limitaciones de cada uno.
Al llegar a cierta edad, se suele descuidar el autocuidado y Ortiz apunta que esto se debe a la desgana y el cansancio. Con la edad puede perderse la motivación, pero se debe seguir manteniendo una vida activa, incluso después de la jubilación. Los años posteriores al fin de la vida laboral ofrecen la posibilidad de dedicar el tiempo a realizar todas aquellas cosas que no pudieron hacerse antes, llevar a cabo alguna actividad artística, pasear e incluso adquirir nuevos conocimientos. Porque nunca es tarde, siempre hay algo que aprender y mientras queden ganas de hacerlo, seguiremos siendo “jóvenes”.