Nueva ocasión para disfrutar del “Oficio de Semana Santa” con el Coro de Cámara “Mansil Nahar”
Nueva ocasión para disfrutar del “Oficio de Semana Santa” con el Coro de Cámara “Mansil Nahar”
El Coro de Cámara “Mansil Nahar” interpretará el próximo domingo, 21 de marzo, a las 20,15 horas en la Iglesia de la Asunción de Nuestra Señora, una selección del “Oficio de Semana Santa”, de Tomás Luis de Victoria. El grupo manzanareño estrenó esta obra en 2007 y desde entonces la ha llevado con éxito por otras ciudades.
El “Oficio de Semana Santa” es una obra austera y brillante a la vez que fue compuesta por el compositor abulense en Roma en 1585. Contiene todos los textos para la liturgia de la Semana Santa, desde el Domingo de Ramos hasta el Sábado Santo, y entre sus distintos números podemos encontrar algunas de las partituras más universales de la música polifónica española.
Francisco José Román, director del coro de cámara “Mansil Nahar”, ha realizado una cuidada selección de esta obra, entresacando los números más representativos de entre los responsorios, improperios, lamentaciones, himnos y motetes que componen el ciclo. De este modo, el resultado nos proporciona una equilibrada alternancia entre la brillantez polifónica y el delicado canto llano, que le confiere la impronta espiritual que precisa la obra de Victoria.
El Coro ”Mansil Nahar” ya estrenó esta obra en Manzanares en 2007 y desde entonces la ha representado en numerosas ocasiones en distintas ciudades de dentro y fuera de nuestra región. Durante la Cuaresma de este año, además de en Manzanares, han actuado ya en Calzada de Calatrava, el día 13 de marzo, y lo harán el próximo día 25 de marzo en la Catedral de Ciudad Real.
Según Óscar Parada, presidente de Mansil Nahar, el coro pretende recrear durante la interpretación la época en la que la obra fue compuesta, cuando aún reinaba la oscuridad y sólo las velas, que se iban apagando una a una mientras avanzaba el oficio, iluminaban el interior de la nave. Así, los distintos números se van sucediendo al mismo tiempo que la intensidad de la luz va disminuyendo, para concluir con el templo a oscuras, tan sólo iluminado por las velas portadas por los cantores. El concierto se desarrolla, por tanto, dentro de un ambiente de recogimiento creado a través de una cuidada combinación de la luz, la imagen, el movimiento y la música.