Más de sesenta feriantes ofrecen gran diversidad de productos y atracciones en los Paseos Príncipe de Asturias

Más de sesenta feriantes ofrecen gran diversidad de productos y atracciones en los Paseos Príncipe de Asturias

Las fiestas tradicionales de Manzanares congregan cada año a un gran número de puestos y casetas que ofrecen un amplio y variado abanico de atracciones y artículos de consumo a lo largo de las 50 parcelas habilitadas por el Ayuntamiento para tal fin en los Paseos Príncipe de Asturias. Aunque sus negocios también se están resintiendo por causa de la crisis, los feriantes se muestran satisfechos con la evolución y desarrollo de la feria manzanareña.

Fiestas
16-07-2009
Feriantes, caseta de turrones

Los paseos Príncipe de Asturias adquieren un protagonismo especial en estos días de julio ya que se convierte en el cordón umbilical de la Feria y Fiestas Tradicionales de Manzanares por donde confluye una gran multitud de manzanareños y visitantes en busca de esos momentos de reunión con familiares y amigos y, sobre todo, la diversión y el disfrute del buen tiempo característico de la época estival.

Todo eso se puede encontrar en los dieciocho carruseles y atracciones de gran tamaño y en las cuarenta y siete puestos y casetas dedicadas a las atracciones de menor tamaño como las de tiro y las tómbolas; así como los de venta de juguetes y cuchillería, bisutería o artesanía, junto con los típicos puestos de turrones, golosinas, helados, hamburgueserías, gofres, berenjenas, bares, asadores de pollo y churrerías, entre otros.

La mayoría de los feriantes destacan la evolución favorable y el buen desarrollo de la Feria de Manzanares a lo largo de los años que tienen presencia en ella, algunos de ellos, debido a una tradición familiar y con cuarenta y cincuenta años de veteranía como ocurre con un puesto de turrón y almendras garrapiñadas procedente de Extremadura, y otro de venta de juguetes y cuchillería procedente de Santa Cruz de Mudela.

La crisis es la preocupación común y principal entre todos los feriantes quienes, a pesar de sus efectos, continúan luchando para afrontarla y superarla con una política de mantenimiento de los precios y, en algunos casos, rebajándolos u obsequiando al cliente por sus compras.

La vida y el trabajo del feriante son muy sacrificados, recorriendo miles de kilómetros de una ciudad a otra buscando y recalando en aquellas ferias que por su importancia y magnitud les permita sacar a delante sus negocios y, sobre todo, les permita vivir dignamente. Así, en Manzanares se dan cita feriantes de localidades cercanas como Almagro, Santa Cruz de Mudela, Pedro Muñoz o Talavera de la Reina. Pero también llegan desde otras comunidades como Murcia, Extremadura y Andalucía, entre otras.