Rodríguez de la Paz hizo el paseíllo por el Planeta de los Toros

La exposición de carteles taurinos se inauguró en la Casa de Cultura con una disertación en la que Manuel Rodríguez de la Paz explicó cómo se introdujo en el mundo taurino en los años sesenta cuando creó un taller que denominó “fragua torera”. Consistía en adornar una de las cuadras de su casa, en la calle Amapola, 13, con farolillos y fotografías de toreros, emulando la Feria de Sevilla.

Dijo que de aquellos años todavía conserva una pequeña muleta de torear que le sirvió para imaginar faenas inverosímiles. También citó a familiares así como a amigos que hicieron realidad su afición por el mundo de los toros. “Mi afición era de tal calibre que cualquier pretexto era bueno para pedir que me llevaran a los toros”.

Tras enumerar emotivos y entrañables recuerdos de su infancia y juventud, Manuel Rodríguez de la Paz citó el homenaje que en los setenta se realizó a Ignacio Sánchez Mejias con la conferencia que pronunció el critico taurino del ABC, Antonio Díaz Cañabate, autor del verdadero “Paseíllo por el Planeta de los Toros”.

En su conferencia, Rodríguez de la Paz explicó que tanto la exposición como su charla servían para dar realce a la Fiesta de los toros. A su juicio, está “vilipendiada” por nuevos movimientos antitaurinos, que más que hundirla, hacen que adquiera mayor auge. “No entiendo tanta acción en contra de los toros, incluso por autoridades y personajes políticos de algunas comunidades autónomas, como la catalana, pero me alegro de que se sigan produciendo hechos que reconfortan y afianzan el prestigio y poderío de una fiesta que sufre las embestidas de los llamados naturalistas y protectores de los animales”.

Así las cosas, señaló que hechos como las obras de remodelación de la Plaza de Toros de Manzanares o acontecimientos como la creación de peñas taurinas hacen crecer su espíritu y afición por el mundo de los toros. Igualmente, alabó la afición taurina de la ciudad donde nació y el trabajo que realiza la peña Ignacio Sánchez Mejias.

A continuación, habló de la figura del torero sevillano cogido mortalmente hace 75 años en la plaza de toros de Manzanares y presentó la exposición de carteles taurinos del siglo XX. Comenzó su disertación aludiendo a hechos históricos sobre su creación. Aludió cómo hasta 1840, cuando los carteles se encabezaban con la fórmula “El Rey o la Reina disponen de la celebración de la corrida”.

Citó que en el siglo XX, artistas de la talla de Picasso o poetas como Alberti, colaboraron en su composición, y en el siglo XXI pintores como Botero o Miguel Barceló se han incorporado a esa pléyade de cartelistas taurinos. Dijo que el momento álgido de los carteles coincidió con la edad de oro del toreo, siendo la figura de Mariano Fortuny la que influyó en los pintores que alcanzaron mayor nivel.

En cuanto a la configuración de los carteles que conforman la exposición se divide en tres secciones: una parte general y dos rincones, uno dedicado a Manolete y otro a Ignacio Sánchez Mejias. En la parte general muestra cartelería de distintas plazas de España, destacando las de Barcelona y Valencia. Resalta el cartel que anuncia la exposición, correspondiente a la plaza de toros de las Arenas de Barcelona, así como el cartel que anunciaba la inauguración de la Plaza de Toros de Manzanares.

En cuanto al rincón de Manolete, figuran dos fotografías del torero, una de ellas en gran tamaño, como homenaje a su muerte. En su opinión, esta fotografías tiene un gran mérito artístico, tanto por su espiritualidad como por su simbología, uniendo al califa de Córdoba, a través de su cadáver, con la ciudad que le vio nacer y le acogió en su muerte.

En el rincón dedicado a Ignacio Sánchez Mejías, Rodríguez de la Paz presenta varios carteles. Hizo alusión a la vida de este torero y recordó cómo el 11 de agosto de 1934, fue mortalmente herido en aquella fatídica tarde en Manzanares . Dijo que fue atendido en una mal dotada enfermería por el médico Alfonso Fernández-Pacheco, y que fue trasladado a Madrid, donde no pudieron hacer nada con la infección que le produjo la herida. Este hecho, que inspiró a García Lorca y a Alberti, se reflejó en todos los diarios de la época, cediendo las fotografías de la cogida para ABC el aficionado local, Melchor Díaz-Pinés.

El conferenciante, que criticó la falta de enfermerías en muchas plazas de España, dijo que con esta muestra, la peña Sánchez Mejías, decana de la localidad, rendía un homenaje a este torero. Además, sirve como recuerdo de aquellos toreros desaparecidos que todavía permanecen en la memoria de todos.