Los títeres de Axioma Teatro divirtieron a grandes y pequeños en la segunda jornada del FITC

Salvador Espinosa, Eva López, Javier Martín y Paco Nicasio son los actores de la compañía Axioma Teatro que interpretan y manipulan los títeres que dan vida a los personajes de “Violeta” y “Titiritaina”, dos espectáculos programados para la jornada del miércoles dentro del FITC y dirigidos a la familia, aunque el argumento del segundo, basado en una obra de García Lorca, es más perceptivo por el público adulto.

En “Violeta” se narra la historia de una mujer que no tenía prisa. Desea tanto tener una hija que no le importa esperar el tiempo que hiciera falta. Mientras espera el momento se dedica a cuidar con paciencia su pedacito de tierra hasta que un día, sin previo aviso, aparece la tan ansiada criatura. Ante las preguntas sin respuesta de violeta, la mujer trata de explicarle que, por suerte, no todos somos iguales y que ella es bonita tal y como es. Así, ante la necesidad de descubrir las cosas por sí misma, Violeta comienza un fantástico viaje.

Ambos espectáculos fueron representados en el patio del Mercado Municipal de Abastos, siendo ésta la primera vez que se utiliza dicha instalación para la celebración de un acto cultural. La compañía almeriense está llevando a cabo un proyecto denominado “Cultura sobre ruedas” consistente en poner en escena espectáculos de diferentes disciplinas con camiones que se desplazan por toda la geografía española, según explicó Eva López.

Axioma Teatro ya conoce al espectador manzanareño puesto que ha participado en otras ediciones del Festival de Teatro Lazarillo. Sus impresiones sobre el público y la organización son altamente positivas.

Por otro lado, el escenario del Gran Teatro acogió la puesta en escena de la obra “Burm(u)ina”, a cargo de la compañía vasca Pako Revueltas, que participa por primera vez en el Festival manzanareño. Sus componentes, Juanjo Otero y Pako Revueltas, explicaron que el montaje es una instalación teatral con arte plástico y espacio sonoro en el que la acción de los dos actores son los ingredientes fundamentales. Con él se pretende invitar al espectador a pasear durante un rato por el cerebro, obsesiones, miedos, sueños y valentías del ser humano.

La obra, que se representó en dos pases, se caracteriza por las connotaciones intimistas que imprime a la escenificación en la que también participa y se involucra el público asistente por lo que el aforo es reducido.