“El elixir de la vida”, el arte de la fotografía en tres dimensiones

“El elixir de la vida”, el arte de la fotografía en tres dimensiones

El “Espacio para el Arte” de la Obra Social de Caja Madrid en Manzanares ofrece hasta el 30 de abril una curiosa exposición de fotografías en tres dimensiones que permite apreciar de forma estereoscópica bellas imágenes con el agua, “El elixir de la vida”, como protagonista. Ese es el título de la muestra que requiere asomarse a los prismáticos distribuidos en cada panel.

Cultura. Arte
05-04-2008

“Tridimensiona” es el nombre de una línea de exposiciones itinerantes que combinan la fotografía convencional con al fotografía en tres dimensiones. La que podemos ver este mes en Manzanares, y que después llegará a Barcelona, Santiago, Aranjuez, Ceuta y Zaragoza, aporta una nueva forma de ver las diferentes personalidades del agua, considerada desde tiempos remotos y en todas las culturas como la sustancia esencial que mantiene todo lo vivo, “El elixir de la vida”.

Bajo este nombre se reúnen aforismos, poemas, canciones y pensamientos que han sobrevivido al paso del tiempo hasta llegar a nosotros, acompañados de diferentes miradas fotográficas en las que el agua es la protagonista y que no animan a identificarnos con ella de una forma más profunda, emotiva y cercana.

Poemas como el del americano Auden, “Miles de personas han vivido sin amor, pero ninguna sin agua”, o el proverbio chino “cuando bebas agua, acuérdate de la fuente”, son un ejemplo de esas reflexiones que ilustran cada fotografía.

A través de una fotografía estereoscópica podemos congelar la imagen del agua en tres dimensiones, mostrándonos así algunas de sus más bellas intimidades. Por ello, con esta muestra se pretende recuperar esta técnica fotográfica que imita el mecanismo natural de nuestra propia mirada y cuyos orígenes se remontan a 1830, siglo en el que esta práctica contó con muchos adeptos.

Con una cámara estereoscópica obtenemos el par de imágenes que corresponden a cada ojo. A través de un visor estereoscópico se logra que, como con nuestro cerebros, consigamos una sensación de profundidad.