Consigue un broceado adecuado sin riesgos para tu piel

“El sol es esencial para la vida porque aumenta la producción de neurotransmisores, que van muy bien para el desarrollo del cerebral, y la Vitamina D, importante para los huesos”. Así comenzó su exposición David de Diego, responsable del Centro de Salud “Manzanares 1”, para explicar que el sol es muy importante, pero que hay que tener en cuenta varias recomendaciones para evitar problemas cutáneos como quemaduras, envejecimiento o cáncer de piel.

El grupo de edad que mayor riesgo corre con las exposiciones al sol es el de los niños pequeños y los jóvenes, puesto que son ellos los que disponen de más años de vida por delante. Dentro de este colectivo, los lactantes son los más débiles y por ello deben permanecer en zonas de sombra y renovar la protección solar, nunca menor de un factor 30, cada dos horas.

Además de las típicas recomendaciones, como beber mucha agua y no exponerse al sol durante las horas centrales del día, el médico David de Diego dio algunas más para que podamos conseguir el bronceado deseado sin correr riesgos. Entre ellas la más importante es protegerse bien la piel ante las radiaciones solares. Para ello, además de cubrir nuestro cuerpo con ropa, gorra y gafas de sol, debemos usar una crema de protección adecuada a nuestra piel. Así, para las pieles más claras se debe usar un factor de protección más alto que para las más morenas. Para todos los tipos de piel, al principio de verano se recomienda usar un factor de protección mayor, ya que todavía el cuerpo humano no dispone de la protección natural que tiene en los últimos meses estivales.

Referente al factor de protección, de Diego informó del significado de este número que aparece impreso en los envases de crema. “Es el número de veces que puedes estar expuesto al sol más que si no lo llevases, es decir, si en diez minutos se produce una quemadura, con un factor de protección 5 tardaría cincuenta minutos”, indicó el médico. También expuso que es más eficaz efectuar cuatro exposiciones al sol de quince minutos que una prolongada de una hora.

La forma adecuada de protegerse es cubrir toda la piel cuando esté totalmente seca con abundante crema de protección solar. Esto debemos hacerlo media hora antes de la exposición al sol. Bajo ningún concepto hay que pulverizar la piel con agua, ya que las gotas actúan como lupas y aumentan el riesgo de lesiones cutáneas. Así como tampoco debemos permanecer inmóviles durante la radiación solar, sino que es recomendable cambiar de posición cada poco tiempo.

Una de las formas más socorridas por la sociedad para conseguir un bronceado de forma artificial son los rayos UVA. Según el responsable del Centro de Salud “Manzanares 1”, “están médicamente desaconsejados” ya que aumentan el riesgo de quemaduras, cáncer y envejecimiento de la piel.

Pero no sólo debemos proteger nuestra piel del sol. Los ojos también son muy propensos a sufrir lesiones a causas de unas gafas de sol de mala calidad, como las que se venden en los mercadillos ambulantes. David de Diego instó a la gente a gastarse algo más de dinero en unas gafas de calidad, ya que “a la larga es más rentable y los ojos lo agradecen”.

Por último, el médico recomendó a la gente hacer revisiones de posibles manchas o lunares sospechosos en su piel cada cierto tiempo. “Si ven que su crecimiento es anormal, que les empieza a escocer o a sangrar, lo más inmediato es acudir al médico. Esta auto-revisión puede reducir el riesgo de encontrarse con un problema cutáneo muy evolucionado y aumenta las posibilidades de eliminarlo con éxito”, concluyó.