Veinte mayores participan en un Taller de Memoria

Memoria y edad guardan una estrecha relación biológica pero no podemos olvidarnos que los factores ambientales son también los responsables de la mayor parte de los déficits cognitivos en personas mayores.

Trabajando estos aspectos y entrenándoles con diferentes técnicas y estrategias, es decir con una intervención ambiental adecuada, según los expertos, pueden mejorar su memoria y hacer que se reduzcan su tasa de olvidos.

Por ello, la Concejalía de Bienestar Social del Ayuntamiento de Manzanares ha organizado, un año más, un Taller de Memoria dirigido a la Tercera Edad. Desde el 17 de marzo y hasta el 8 de junio veinte mayores acuden todos los viernes a partir de las once de la mañana y hasta la una del mediodía a él.

La monitora del taller, Pilar Serrano, indicó que las actividades y ejercicios que se realizan en las sesiones son suficientemente reforzantes y poseen un nivel de dificultad adecuado para estimular la capacidad de los participantes.

Además de conocer qué es la memoria, cómo funciona y concienciar a los participantes de que ésta se puede mejorar utilizando una serie de estrategias y técnicas adicionales, el curso tiene como objetivos proporcionar seguridad y aumentar la confianza de las personas mayores en sus ejecuciones cognitivas, favoreciendo las relaciones sociales y evitando el aislamiento.

En la inauguración del taller, Julián Nieva, concejal responsable del Área de Bienestar Social, señaló que el Ayuntamiento programa estos cursos por la demanda que tienen y, sobre todo, por los excelentes resultados que adquieren sus participantes. Añadió que la memoria “es la biblioteca personal para almacenar todos nuestros recuerdos y desde el consistorio manzanareño no nos planteamos eliminar estos cursos”.

En el taller de memoria se trabajan fundamentalmente dos áreas: por un lado, el entrenamiento en técnicas para mejorar y recuperar la información. Por ejemplo, indica la monitora, se utilizan las técnicas de la asociación para mejorar el recuerdo de caras y nombres. Otra técnica empleada es la de la agrupación de listas de objetos, y el método de los lugares “con el fin de recordar cosas que hacer en un orden determinado”.

Dentro de la segunda área, continúa la monitora, se realizarán ejercicios para estimular la atención como: autoregistro de olvidos diarios, láminas de figuras y sopas de letras. También los participantes harán ejercicios de fluidez verbal y de orientación temporal y espacial.

“La memoria falla por la falta de atención. La tercera edad tiene muchos problemas en ese sentido, y no son conscientes de que no están atendiendo. No pueden almacenar o verificar la información, porque no han sido capaces de atender adecuadamente. Lo que se trata es de hacer ejercicios para que puedan mejorarla”, señaló Serrano.