El fracaso escolar se remedia con la colaboración entre escuela y familia
El fracaso escolar se remedia con la colaboración entre escuela y familia
La prevención del fracaso escolar pasa por el trabajo conjunto y coordinado entre la familia y la escuela. Si esta colaboración no se lleva a efecto produce un desequilibrio en los factores que intervienen en las conductas de éxito ante los estudios. Esta es la opinión de la orientadora de los colegios La Candelaria y Tierno Galván, Dolores Martínez Dávila.
Para Martínez Dávila el fracaso escolar es uno de los problemas más graves que sufren en la actualidad los sistemas educativos. La trascendencia de sus consecuencias sobrepasa el ámbito escolar, de ahí el interés de las instituciones y de las asociaciones de docentes y padres para paliar sus efectos. La orientadora estima que se puede hablar de fracaso escolar cuando el alumno no consigue los objetivos propuestos para su nivel y edad y existe un desaprovechamiento real de sus recursos intelectuales.
Entre las causas que pueden originar el fracaso escolar, Martínez Dávila señala que algunas pueden ser de carácter intelectual, otras son de motivación, y también pueden intervenir problemas orgánicos, problemas emocionales, hábitos de estudio o técnicas de estudio. Además señala que existe una serie de factores de orden ambiental, material, fisiológico y psicológico que siendo colaterales al acto de estudiar condicionan y hasta determinan los resultados del aprendizaje.
Tras definir y analizar a fondo cada una de las causas que pueden intervenir en el fracaso, la ponente de la charla “Fracaso escolar, ¿podemos combatirlo los padres?” que inauguró la Escuela de Padres, se refirió a los remedios pertinentes. En relación con la motivación, Martínez Dávila dijo que la familia es la fuente más constante de incremento de motivación. En concreto dijo que “la disposición para aprender se la señalamos a nuestros hijos con nuestras preguntas y comentarios, con nuestra actitud ante el conocimiento y la escuela, el tipo de relación afectiva que establecemos con nuestros hijos”.
La orientadora de los colegios La Candelaria y Tierno Galván estima también que la creación de hábitos de estudio, el empleo de técnicas adecuadas de estudio y la satisfacción personal son otros puntos a tener en cuenta tanto en la prevención como en el tratamiento del fracaso escolar de los jóvenes.