“Los drones no son el futuro, son el presente del sector agrario”

Candi Sevilla fue el encargado de introducir la ponencia. El concejal del Ayuntamiento de Manzanares manifestó que es “un privilegio” contar por primera vez en la Feria Nacional del Campo con la colaboración de la Universidad de Castilla-La Mancha, “un sueño que se ha hecho realidad” y que desde la Corporación se espera que sea el inicio “de una colaboración fructífera y provechosa para ambos organismos”.

Fruto de esta alianza tuvo lugar en la mañana de este viernes la conferencia ‘El uso de drones en el sector agrario’ . Las personas que se dieron cita en el salón de actos del Pabellón Oficial pudieron escuchar al doctor Pablo Morales Rodríguez poner de relieve que los drones no son el futuro del campo, sino que “son el presente”. Y es que el profesor del área de Ingeniería Agroforestal de la ETSI Agrónomos de Ciudad Real sostuvo que “estamos ante una nueva era donde las nuevas tecnologías están llegando al medio rural”. “A los agricultores les encanta implantar estas herramientas novedosas, pero no les gusta que les vendan humo. No es el caso de los drones, dispositivos con los que comienzan a apreciarse resultados”, señaló.

En este sentido, los drones son “muy prácticos y sostenibles”. Además, existen numerosos usos que se les puede dar en el medio agrario dependiendo del sensor que equipen. De esta forma, es posible observar el terreno a vista de pájaro con una cámara tradicional “para descubrir si ha habido un incendio, si han crecido malas hierbas o si hay zonas que hubiera que abonar o fertilizar”, calcular índices de vegetación utilizando cámaras multiespectrales o medir la temperatura del campo con cámaras termográficas “para realizar cálculos de déficits hídricos en las plantas”.

Las previsiones del Ministerio de Fomento apuntan a que para el año 2035 habrá más de 51.000 drones, por lo que “la gente no debe sorprenderse si los ve sobrevolando por los campos”, en palabras de Morales. Ante el incremento del uso de estos dispositivos, las autoridades trabajan ya para crear “una normativa más segura” para todo el mundo.