El virtuosismo de Tamara Volskaya deja “boquiabierto” al público del Gran Teatro
El virtuosismo de Tamara Volskaya deja “boquiabierto” al público del Gran Teatro
La solista rusa Tamara Volskaya puso el broche de oro a las XXIII Jornadas de Música de Pulso y Púa “Sotomayor” celebradas el pasado fin de semana en el Gran Teatro de Manzanares. Su virtuosismo con la domra dejó “boquiabierto” al público, que también pudo disfrutar el domingo con la actuación de la orquesta manzanareña. El sábado lo hicieron las orquestas de plectro de Alcázar y de Sant Joan (Alicante). Todos los participantes destacaron el nivel del festival y la labor de sus organizadores.
Las Jornadas de Música de Pulso y Púa “Sotomayor” contaron en 2007 con participación internacional. La solista rusa Tamara Volskaya demostró por qué es conocida como la “Paganini de la Domra”, un instrumento de cuerda pulsada con púa, pariente de la mandolina y la bandurria. Su actuación fue ovacionada durante varios minutos por el público, que despidió en pie a una de las figuras mundiales del plectro. La artista lo agradeció, pero afirmó “que en cada concierto se exige más”. Resaltó el buen nivel de la orquesta organizadora, “Sotomayor”, así como el trabajo que realizan sus músicos y, sobre todo, el de su director Martín Cantarero.
La artista rusa interpretó, sin partituras delante, un difícil programa con el que demostró su virtuosismo. En algunas de las obras estuvo acompañada al piano por María Eugenia Fernández de la Rúa. Cada interpretación fue precedida con los comentarios y la traducción de Julián Carriazo, músico criptanense que está considerado otra figura internacional como solista de bandurria y mandolina y de cuyo buen hacer ya dejó evidencia en anteriores ediciones de estas Jornadas.
El concierto del domingo comenzó con la participación de la Orquesta “Sotomayor”. Los manzanareños interpretaron completa la “Fantasía para un Gentilhombre” de Joaquín Rodrigo, un concierto para guitarra y orquesta que contó como solista invitada con la profesora de guitarra de la Escuela de Música “Guillermo Calero” de Manzanares, la socuellamina Asunción Bonillo. La solista destacó la buena simbiosis que se había establecido en el concierto y en los ensayos con los músicos de la “Sotomayor”.
Las XXXIII Jornadas se inauguraron el sábado5 con el Grupo de Pulso y Púa de la Asociación Cultural “Alcázar”, de Alcázar de San Juan. Aunque el público no fue tan numeroso como el domingo, sus aplausos demostraron el entusiasmo por la música de plectro, reconociendo con ello la dedicación de los músicos. El quinteto alcazareño, algunos de cuyos miembros participaron con la Orquesta “Vivaldi” en las primeras ediciones de las Jornadas, interpretaron conocidas obras de Tárrega y Enrique Granados; Beethoven y Bizet. También hizo una selección de zarzuelas tan conocidas como “La Canción del Olvido”, “La Rosa del azafrán” y “La Gran Vía”.
La Orquesta de Pulso y Púa de Sant Joan (Alicante), dirigida por Antonio Climent, actúo tras el descanso. Para la ocasión los alicantinos eligieron un programa muy popular con obras como el pasodoble Agüero, una selección de la zarzuela “La Rosa del Azafrán”, otra de la película “La bella y la bestia” y “Trisch Trasch Polka” de Strauss.
Gonzalo Panadero, componente del grupo alcazareño, y Antonio Climent, director de la orquesta alicantina, destacaron el esfuerzo realizado por la Orquesta “Sotomayor” de Manzanares, organizadora de las Jornadas, en la difusión de la música de pulso y púa. Igualmente resaltaron el auge que está experimentando el plectro “gracias a su llegada a los conservatorios”.
Por su parte, como valoración global, el director de la orquesta manzanareña, Martín Cantarero, manifestó su satisfacción por el nivel alcanzado en estas XXIII Jornadas de Pulso y Púa celebradas en el Gran Teatro los días 5, 6 de mayo. Destacó la técnica y el virtuosismo de Tamara Volslkaya así como el buen nivel por el que atraviesa la orquesta que dirige, aspecto que el público pudo comprobar y comparar con otras formaciones.
Los conciertos fueron presentados por la escritora de La Solana, Ramona Serrano Posadas, del Grupo Literario “Pan de trigo”, que por ello recibió una estatuilla conmemorativa, al igual que el resto de grupos y solistas participantes. El Ayuntamiento, a través de los concejales de cultura, festejos y educación -Antonio Caba, Beatriz Torres y Maribel Ruiz, respectivamente- también entregó como recuerdo una cerámica que reproduce la fachada del Gran Teatro.