Las VII Jornadas de Alzheimer consolidan a Manzanares como referente en el abordaje integral de esta enfermedad
Celebradas en el hospital ‘Virgen de Altagracia’
Las VII Jornadas de Alzheimer consolidan a Manzanares como referente en el abordaje integral de esta enfermedad
Se clausuraron con una positiva valoración por la calidad de los ponentes, la alta participación y el compromiso de las instituciones en el apoyo a familias e investigación
Manzanares ha celebrado la séptima edición de sus Jornadas de Alzheimer en el Hospital ‘Virgen de Altagracia’, un evento que, con todas las plazas cubiertas y más de un centenar de asistentes, ha sido valorado como “muy positivo” por la concejala de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Manzanares y miembro del Grupo Coordinación de Demencia, Prado Zúñiga. La alta asistencia de público, que se mantuvo constante durante los dos días, demostró el gran interés que suscita este tema.
En la clausura de estas VII Jornadas de Alzheimer ‘Ciudad de Manzanares’, Prado Zúñiga resaltó la alta calidad de los ponentes que intervinieron tanto el jueves como el viernes, no solo por su dominio de la materia, sino también por su habilidad para transmitir conocimientos técnicos de manera comprensible, lo que permitió a los asistentes, en su mayoría profesionales del ámbito sociosanitario que trabajan en centros de día y residencias, comprender incluso las ponencias más clínicas y llevarse nuevas herramientas y experiencias para su práctica profesional.
Uno de los mensajes esperanzadores transmitidos fue el avance continuo en la investigación de tratamientos para el alzhéimer, con la convicción de que en unas décadas podría llegar a revertir la enfermedad, no solo a ralentizar sus efectos.
La concejala, al igual que hicieron los representantes del gobierno regional y el alcalde en la inauguración, también subrayó la importancia de la unión entre distintas administraciones, asociaciones y servicios públicos para abordar el alzhéimer y otras enfermedades neurodegenerativas. Esta colaboración se materializa en el Grupo de Coordinación de Demencia, organizador de las jornadas, en el que participan Servicios Sociales municipales, el Hospital de Manzanares (Servicio de Neurología), la Residencia de Mayores ‘Los Jardines’ y las asociaciones de familiares de Manzanares y La Solana.
Además de las jornadas, este grupo trabaja en dos protocolos fundamentales: uno para la atención a personas con demencia en situación de riesgo detectada, por ejemplo, cuando falta el apoyo necesario en casa, y otro de formación a familiares, que les enseña cómo afrontar el cuidado tras el diagnóstico y crea un canal para compartir experiencias.
En su último día, además de estrategias clínicas en el manejo del paciente en situación de riesgo o evolucionado, a cargo del neurólogo Javier Domínguez, las jornadas también abordaron aspectos cruciales del apoyo emocional y social. María José López Chinchilla, psicóloga del Centro de Día de Alzheimer de Valdepeñas, destacó que los grupos de autoayuda para familiares no son un simple desahogo, sino que son una necesidad fundamental y un recurso más en el abordaje de la enfermedad.
Estos grupos permiten a los familiares, que son el pilar de apoyo del enfermo, encontrar y potenciar sus recursos y capacidades, hallar estrategias para afrontar el día a día. “En el grupo, los familiares se ayudan mutuamente, fomentan sus capacidades, encuentran su lado positivo y estrategias juntos, creciendo y evolucionando”, explicó. Al compartir experiencias, se sienten útiles y más positivos. Por ello, es vital que los profesionales y las instituciones (entornos residenciales, centros de día, asociaciones) se unan para crear estos espacios.
Otro enfoque emocional relevante fue presentado por Rosa Ruiz Aragoneses, psicóloga y doctora en Teología sistemática, que habló sobre la importancia de la ternura en el alzhéimer, especialmente en el momento final. Recuperar la ternura como una forma de cuidar que también cuida a los cuidadores puede mejorar las relaciones y la actitud ante situaciones de fragilidad y dolor. “Ayuda a que, a pesar del sufrimiento, no nos rompamos tanto por dentro y nos cuidemos unos a otros”, indicó la ponente.
La ternura en el final de vida facilita el duelo posterior, dejando un mejor recuerdo de la atención brindada. Además, en etapas avanzadas, cuando la capacidad cognitiva o la memoria disminuyen, la relación con la persona nos devuelve lo esencial: que sigue siendo una persona a la que se quiere, y que lo importante reside en “estar y ser”. Rosa Ruiz valoró positivamente foros como estas jornadas, señalando que compartir con gente y conocer distintas visiones siempre enriquece.
Estas VII Jornadas, que contaron con ponencias sobre diversos temas como la vivencia de la demencia, terapia ocupacional, investigación (cribado de pacientes) y terapia complementaria, dejaron un “muy buen sabor de boca” y la sensación de haber adquirido nuevas herramientas para la práctica profesional. La satisfacción de los asistentes, de ponentes y de la organización confirmó el éxito de esta séptima edición y la consolidación de Manzanares como un referente en la lucha y el apoyo frente al alzhéimer.