La versión teatral de “Solas” no defraudó al público que llenó el Gran Teatro

Hacer casi un calco de una película en teatro es tarea ardua y difícil, pero la versión de “Solas” que hacen el Centro Andaluz de Teatro y la compañía Pentación lo consigue gracias a una correcta adaptación de Antonio Onetti y al montaje de José Carlos Plaza, que aprovecha cada rincón del escenario para recrear los distintos ambientes en los que se rodó la película de Benito Zambrano. El efecto de emoción y reflexión que provocó la cinta también lo consigue su hermana teatral.

Ana Fernández y María Galiana en la película, Natalia Dicenta y su madre Lola Herrera en la obra de teatro. Cada una cumple, pero es inevitable hacer comparaciones. Ambas protagonizan esta historia familiar cuyo telón de fondo son los malos tratos. Como nexo de unión entre la versión de cine y la teatral, encontramos en el reparto al genial Carlos Álvarez-Nóvoa, en el papel de “vecino” en sendos montajes. Con el primero consiguió el “Goya” al actor revelación. Con éste demuestra que es posible hacer un mismo personaje sin repetirse. “El trabajo en el cine está muy condicionado por el director y la selección que haga. En teatro es un trabajo en estado puro y estoy muy satisfecho en los dos medios”, declaró el actor.

Después de casi dos horas de representación, con un ritmo en las secuencias que recuerda al del cine, el público premió con largos aplausos la actuación de todo el equipo de “Solas”, con especial intensidad hacia el trío protagonista, perfectamente secundado por Idilio Cardoso, Aníbal Soto, Eduardo Velasco, Chema del Barco, Marga Martínez, Marina Hernández y Darío Galo.

La película “Solas” catapultó a Benito Zambrano en la que era su ópera prima. Además sacó a la palestra el tema de la violencia de género en un momento en el que este asunto comenzó a centrar el debate social. La dura realidad hace que el texto siga vigente, de ahí la importancia de que esta versión teatral siga teniendo el respaldo del público. “Es obligación de todos y todas, especialmente de todos, luchar activamente para erradicar esta salvajada que es una vergüenza en una sociedad civilizada”, señaló Álvarez-Nóvoa.