La Sociedad Patriótica de Manzanares tuvo un nacimiento tardío y una vida efímera
La Sociedad Patriótica de Manzanares tuvo un nacimiento tardío y una vida efímera
La Sociedad Patriótica de Manzanares, organización formada por hombres ilustrados, defensores a ultranza de los principios y libertades recogidas en la Constitución de 1812, nació tarde y tuvo una vida bastante efímera. Este es el análisis que hace de la misma en la revista de ferias de este año el historiador Antonio Bermúdez.
Bermúdez, antes de analizar la andadura de la Sociedad Patriótica de Manzanares, sitúa este capítulo de la historia local en el contexto de la vida pública nacional, partiendo de las desavenencias entre Carlos IV y su hijo, el príncipe Fernando, con la abdicación de éste al trono a cambio de una suculenta pensión ofrecida por Napoleón.
Repasa también someramente el nacimiento de la Constitución de Cádiz, en 1812, que los gaditanos denominaron cariñosamente "La Pepa", ya que se promulgó el 19 de marzo, fiesta de San José. Las Cortes de Cádiz intentaron transformar, a través de este texto constitucional, las antiguas estructuras sociales, económicas y políticas del país.
Bermúdez, que repasa a renglón seguido las reacciones que provocó la Constitución en los sectores conservadores, recuerda que los "azares de la vida pusieron de nuevo en manos de Fernando VII la corona que había regalado gustosamente a Napoléon pocos años antes". Cuando el rey felón regresó a España dio un golpe de Estado, declarando nulos y sin ningún efecto los acuerdos de las Cortes de Cádiz y la Constitución liberal.
Todas la diputaciones y ayuntamientos constitucionales cesaron de forma fulminante, y los serviles ocuparon el poder. "Manzanares, que era sin duda el pueblo más liberal de la provincia, sufrió con especial intensidad la represión de régimen fernandino", afirma Bermúdez. Pero cuando en 1820 triunfó el pronunciamiento de Riego apoyado por Mendizábal y O'Donell, el rey, aterrorizado, pronunció la conocida frase: "Marchemos francamente, y yo el primero, por la senda constitucional".
Fue en este contexto en el que aparecieron la Sociedades Patrióticas. Bermúdez señala que estaban formadas por hombres ilustrados, defensores a ultranza de los principios y libertades recogidos en la Constitución. La Sociedad Patriótica de Manzanares apareció algo tardía, ya que lo hizo a instancias del ayuntamiento constitucional en 1823.
El historiador manzanareño recuerda que tras un congreso celebrado en Verona, las monarquías absolutas decidieron apoyar a Fernando VII y, en octubre del mismo año en que se constituyera la Sociedad Patriótica manzanareña, España caía de nuevo bajo el terror absolutista. Empezaba la "década ominosa" en la que miles de personas fueron perseguidas con ferocidad asesina.