Rotundo éxito del Mercado Medieval instalado en los Paseos del Río

Rotundo éxito del Mercado Medieval instalado en los Paseos del Río

Más de trescientos artesanos y setenta tenderetes de venta y artesanía formaron parte del Mercado Medieval que se instaló en los Paseos del Río, con motivo de las Fiestas Patronales, el sábado y el domingo. El nuevo emplazamiento gusto mucho tanto al público como a los propios mercaderes.

Fiestas
11-09-2007

“Estos años atrás en la Plaza de Santa Cruz no se veía ni la mitad. Han dado un golpe terrorífico. Este el emplazamiento idóneo para un mercado medieval. Me parece mejor aquí que en otro sitio”. Estas eran algunas de las declaraciones que realizaban los visitantes del Mercado Medieval sobre el nuevo emplazamiento del evento. La Concejalía de Festejos apostó por este lugar para dar vistosidad a unas de las actividades tradicionales de las Fiestas Patronales en honor a Nuestro Padre Jesús del Perdón.

Artistas con fuego, brujos, comediantes, músicos, especialistas en cetrería, carrusel ecológico, construido en madera y pintado a mano donde se media el tiempo con un reloj de arena y auténticas cantinas a la antigua usanza donde se podían degustar pulpo o carnes a la brasa, entre otros, se dieron cita este fin de semana en los Paseos Príncipe de Asturias con motivo del Mercado Medieval.

Bajo el lema “Regreso a Camelot” tanto los mercaderes como los propios artistas iban vestidos a la usanza medieval e incluso el entorno fue decorado con materiales y adornos de la época para convertir esta zona de la localidad en un auténtico mercadillo de la Edad Media.

Manuel Silvestre, coordinador del evento, destacó la apuesta del Ayuntamiento por el nuevo emplazamiento que hizo “que de treinta y cinco puestos que formaban la pasada edición este año se contará con setenta”.

En los puestos de productos artesanales se pudieron ver piedras talladas, bisutería artesanal, platería, cerámica tradicional y decorativa, juguetes de madera, incienso, aloe vera, grabados , artículos de cuero y juegos de ingenio.

Además, se realizaron espectáculos en vivo de actores que se convirtieron en bufones y zancudos. Igualmente llamativos fueron los ponnys que constantemente recorrían el recinto paseando a los niños.

También congregaron mucho público los talleres en vivo como el de torneado de madera y el de soplado de vidrio junto al tradicional puesto de cetrería donde los adiestradores de diez aves rapaces las hicieron volar en medio del mercado ante el asombro de las personas que llenaban el recinto.