Reconocimiento municipal a quienes por motivos laborales tuvieron que salir de Manzanares

Reconocimiento municipal a quienes por motivos laborales tuvieron que salir de Manzanares

Personificados en los seis homenajeados a propuesta de las asociaciones de vecinos, el Ayuntamiento de Manzanares distinguió por tercer año consecutivo en las fiestas patronales a quienes, por motivos laborales, un día tuvieron que salir de su pueblo para labrarse un futuro mejor. Los galardonados en esta edición como “Manzanareños Ausentes” fueron Agustín Nieto Vázquez, José Caba Parrado, Jacinto Huertas Gómez del Pulgar, Joaquina Parada Romero, José Manuel Muñoz Rodríguez y Benjamín García Gigante. En su discurso, el alcalde tuvo muy presente la situación actual de muchas personas que tienen que dejar su hogar y pidió que nunca nadie tenga que sentirse extranjero.

Fiestas
15-09-2015
Foto conjunta de las autoridades con los "Manzanareños Ausentes 2015". Foto: J.A.Romero

Con versos del poema “No me llames extranjero”, del cantautor argentino Rafael Amor, el alcalde de Manzanares cerró su intervención en el acto institucional de proclamación de “Manzanareños Ausentes 2015” celebrado a mediodía del lunes, fiesta local, en la Casa de Cultura. Con ellos, Julián Nieva recordó a los seiscientos manzanareños que en los últimos cuatro años han tenido que abandonar su pueblo para tener una salida laboral, tal y como en su día tuvieron que hacer los homenajeados en esta jornada.

El primer edil, salvando las distancias, también tuvo muy presente la situación que viven miles de refugiados en el mundo en busca de nuevos horizontes. Nieva dijo que en los galardonados, cada uno con una situación e historia diferentes, confluye un hecho común, y es que todos han luchado y trabajado por conseguir un futuro mejor lejos de su lugar de origen y de sus familias, “y todos han llevado con orgullo el nombre de Manzanares”.

“Unos os marchasteis para desarrollar vuestras habilidades profesionales en otras ciudades con mayores posibilidades que las que existían en nuestro pueblo; otros, a partir de una formación académica cualificada, encontrasteis vuestras opciones de desarrollo más allá de nuestras calles”, expuso el alcalde tras referirse a cada uno de los homenajeados propuestos por las asociaciones vecinales.

Los distinguidos son Agustín Nieto Vázquez, de 74 años, que se marchó de Manzanares hace 52 años y montó su negocio de hostelería en Úbeda. José Caba Parrado, de 75 años, ebanista que se fue de Manzanares a los 18 años y que actualmente reside en Fuenlabrada. Jacinto Huertas, de 51 años, se fue de su pueblo a estudiar restauración y ha trabajado en distintos hoteles de España; actualmente lo hace en el bar del Corte Inglés de Málaga. Joaquina Parada, de 73 años, trabajó en el Hotel El Cruce hasta que hace 47 años se fue a Pamplona, donde trabajó en el Parador de Olite. José Manuel Muñoz, de 42 años, es Doctor en Pedagogía y profesor titular de la Universidad de Salamanca. Y Benjamín García Gigante, de 53 años, es profesor titular de Didáctica de las Matemáticas en la Universidad Autónoma de Madrid.

Cada “Manzanareño Ausente” recibió su distinción de manos de representantes del equipo de gobierno municipal y tuvo palabras de agradecimiento a Manzanares. Unos fueron más breves, otros más extensos, pero en todos los casos expresaron mucha emoción que, en algún momento, les impidió articular palabras y provocó los aplausos del público.

Datos de los distinguidos

Por la Asociación de Vecinos Barrio del Parque: D. AGUSTÍN NIETO VÁZQUEZ.

Agustín Nieto Vázquez nació en Manzanares el 10 de octubre de 1940. Pasó su niñez y juventud junto a sus padres, Gabriel y Dolores, en las calles Ramón y Cajal y Cervantes. Estuvo trabajando en la Panadería Pintado y en el Restaurante Saga como camarero.

Un catorce de septiembre, hace 52 años, mientras Manzanares celebraba la fiesta de Nuestro Padre Jesús del Perdón, Agustín, con sólo veintitrés años de edad, se marchó a descubrir nuevos horizontes, debatiéndose entre la pena de dejar su pueblo y la alegría por el trabajo que le esperaba en la vecina provincia andaluza de Jaén.

Siempre por la provincia de Jaén, trabajó en la hostelería. Linares, Baeza, Santa Elena… fueron algunos lugares donde llevó a cabo su labor. También fue repartidor de la gaseosa La Casera, hasta terminar afincándose definitivamente en Úbeda, donde se estableció por su cuenta regentando el bar Andalucía y más tarde otro más, El Olivo, éste ya con servicio de restauración. Entre su clientela era popularmente conocido por “el manchego”.

Fue en Úbeda donde se casó con Milagros, donde nacieron sus hijos Mª Dolores y Manuel, de los que, ampliando su árbol genealógico, han nacido Rocío, Jesús, José Manuel y Rubén.

Además de la de fumar buenos cigarros-puros, tiene otra gran afición: el fútbol, lo que le llevó a ser masajista en el Manzanares C. F., en su primera etapa de tercera división. Más tarde, fue presidente del Úbeda.

Tras su jubilación regresa a Manzanares siempre que puede, pues aquí tiene casa propia y gran parte de su familia.

Por la Asociación de Vecinos del Nuevo Manzanares: D. JOSÉ CABA PARRADO

José Caba Parrado, nació en Manzanares el 10 de febrero de 1940, en la zona conocida como Madrid Moderno. Sus padres: Juan Caba Sánchez de la Blanca y Catalina Parrado Peña.

Sus estudios los realizó en el colegio de don Gabriel y en las escuelas nacionales, situadas en la calle Ancha. Tiene muy buenos recuerdos de su infancia, jugando con sus amigos en las eras, a juegos populares como el aro, así como la ilusión que le hacía cuando eran las fiestas, tanto de su pueblo como de la cercana localidad de Membrilla.

A la edad de 12 años comenzó a aprender el oficio de ebanista con Manolo Carrión. Posteriormente con Juan Barcas y por último, antes de abandonar Manzanares, con José Morcillo, que tenía su taller en la calle de la Soledad.

Con 18 años se traslada solo a la pedanía de Santa Quiteria, que en un principio fue una finca y posteriormente fue una población de colonos. Allí trabajó con José Valverde, continuando con su oficio, y conoció a su mujer Carmen Isabel Jiménez.

Con 21 años, se marcha a Ciudad Real a trabajar y ya con 22 se traslada definitivamente para trabajar en Madrid, en el distrito de Usera.

A los 28 años se casa con Carmen Isabel y tienen 3 hijos, dos chicas y un chico: María del Carmen, María José y David.

Siguió desempeñando su trabajo de ebanista en distintas empresas hasta que en 1982 se traslada con su familia a Fuenlabrada, lugar donde vive actualmente. Sus hijos también viven allí y tiene tres nietos actualmente.

A Manzanares vuelve siempre que puede, a visitar a su familia, ya que aquí viven dos hermanas, Ángela y Mª Dolores.

Le gusta mucho disfrutar de la feria del mes de Julio y las fiestas patronales de Jesús del Perdón.Desde la distancia siempre tiene su corazón en el pueblo que le vio nacer, Manzanares.

Por la Asociación de Vecinos Barrio del Río: D. JACINTO HUERTAS GÓMEZ DEL PULGAR

Nació en Manzanares hace 51 años. Su hogar ubicado en la calle de La Soledad fue testigo de su infancia y adolescencia. Estudió en el Instituto de Formación Profesional Sotomayor, en la calle del Carmen. Allí, en el Instituto, con sólo 14 años, conoció a Ángela, hija de José Martín de Granados, repartidor de cerveza, con la que, años más tarde contraería nupcias.

Residió en Manzanares hasta los veintidós años, durante los cuales alternó sus estudios con algunos trabajos. Trabajó en el campo, en La Loma haciendo cortinas, en frutas Guillén, en el Ayuntamiento en obras, etc. Como anécdota decir que, hasta que su padre vendió las viñas, él pedía las vacaciones en sus trabajos para poder ir a vendimiar.

Estudió Dirección de Restauración y Maitre especializado en Servicios Europeos, hizo prácticas en Atenas en el Hotel Hilton. Al terminar los estudios trabajó en hoteles de Marbella, Denia y Benidorm. Estos datos reflejan que el trabajo que más le satisface siempre está relacionado con la hostelería.

Actualmente reside en Vélez-Málaga y trabaja en el bar de El Corte Inglés. Le gusta volver a su tierra, a la que adora, cuatro o cinco veces al año para visitar a sus familiares, amigos y pasear por las calles de Manzanares.

Por la Asociación de Vecinos Barrio del Río: Dª JOAQUINA PARADA ROMERO

Joaquina nació en noviembre, en una fecha muy señalada, el día de Todos los Santos. Era el primer año de la década de los cuarenta. Tiempo de posguerra, tiempos difíciles en los que pronto tuvo que empezar a ayudar en casa.

El hogar de sus padres estaba situado en la calle Menéndez Pelayo, 56. Fue al colegio las Concepcionistas, de donde conserva buenos recuerdos de sus amigas y compañeras. Desde muy joven estuvo trabajando en el Hotel El Cruce de Manzanares, ocupación que desarrolló durante diez años.

De su unión con Francisco Márquez Torres nacieron tres hijas, Antonia, Pilar y Paqui. Aún así compaginó el trabajo en el Hotel con las labores de ama de casa y madre.

A pesar de sentirse muy unida a nuestro pueblo tuvo que marchar lejos de él en busca de horizontes más halagüeños para trabajar y vivir. Fue Pamplona el lugar escogido por tener su esposo una oferta de trabajo en la capital navarra. Allí de nuevo se dedicó a la labor de hostelería, esta vez en el Parador de Olite.

En Pamplona reside desde hace cuarenta y siete años. Allí están los recuerdos de gran parte de su vida. En esta ciudad falleció su esposo, aunque sus restos reposan en el cementerio de Manzanares.

Son sus hijas y sobre todo sus nietas Naroa e Irati la alegría y la fuerza que necesita cada día. Allí en Pamplona lo tiene casi todo, aunque siempre que puede hace una escapada a su pueblo natal, Manzanares, donde conserva su casa y le gusta pasar, a ser posible, la Semana Santa y la Primavera.

Por la Asociación de Vecinos de San Blas: D. JOSÉ MANUEL MUÑOZ RODRÍGUEZ

Nació hace 42 años, un 18 de agosto de 1973. Hijo de Mercedes y Roberto -el recordado Roberto Muñoz-, es el segundo de cuatro hermanos: Roberto, Mercedes y David. Desde ese mismo momento sus padres le enseñaron el noble y laborioso oficio de valorar su tierra, de saborear el aroma que desprende nuestro pueblo, el sabor de sus calles, el paisaje de sus gentes, llenos de olores y colores que para José Manuel siguen estando ahí, en su imaginario.

Le enseñaron también a absorber todo aquello que sale de la mirada y el silencio de un pueblo, esa forma tan bella y tan nuestra de aprender las cosas sin palabras y de recibir ideas y sentimientos, lo que queremos y, a veces, lo que no queremos.

Y en él, en el imaginario de su infancia, hay hueco para plazas, calles, gentes, paisajes de Manzanares: El parterre y la plaza de las palomas, la Feria y las Fiestas patronales, la Calle Toledo y la Calle Empedrada, “la estrella amarilla” y “el patio”, el Colegio y la Iglesia de Altagracia, y muchos otros “caminos y paisajes”, objetos y lugares que usó, transitó y ocupó en su quehacer cotidiano, allá por su infancia y juventud. Sitios y lugares anhelados, que hoy son pasado, pero también presente, y que le “obligan” a ir, estar y venir a Manzanares, o quedarse por un tiempo, y volver en ocasiones.

No faltan las personas, familia, amigos, maestros, compañeros, en este su imaginario, que con su forma de estar y de mirar, con sus andares y decires poblaron y habitaron esos momentos y lugares de su infancia. De todo esto hay mucho en su vida. Y con estos enseres y menesteres se fue tejiendo su historia, su identidad como individuo y como persona, su educación, a lo largo de esos tan fundamentales primeros años de su vida.

A los 11 años ya salió de nuestro pueblo. Lo hizo llamado por una vocación, infantil, pero consentida y con sentido. Diez años que transitó por los muros y pasillos del Seminario Diocesano de Ciudad Real, con sus gentes y sus vidas, disfrutando, estudiando, conviviendo, formándose, pero siempre re-volviendo y volviendo al inevitable entramado espacial que lo vio nacer y que seguía siendo su lugar de referencia, vitalmente necesario, Manzanares.

Transcurridos 10 años, con la mayoría de edad ya superada, abandonó el camino vocacional al sacerdocio y marchó en busca de nuevos aires y horizontes a tierras más áridas, por carácter y por clima, pero sobre todo por lejanía de su lugar y de su gente. Le dio por la Pedagogía, una vocación heredada, como hijo de maestro que es, y es la Pedagogía la que ha terminado dándole de comer y la ciudad de Salamanca, la que lo ha acogido, donde se casó, con Cristina, salmantina, y en la que anda intentando desempeñar la aventura de ser padre de tres hijos: Lucía, Jorge y Daniel, hijos a los que, desde hace unos años ya hizo, como no podía ser de otra manera, hermanos de Nuestro Padre Jesús del Perdón. A Manzanares van y vienen y se quedan en verano, esperando que con el paso del tiempo valoren también, como algo propio, sus calles, sus tradiciones, sus plazas, sus fiestas, su gente.

Es Doctor en Pedagogía, recibiendo el Premio Extraordinario de Doctorado en el año 2004, habiendo sido Becario del Programa Nacional de Formación del Profesorado Universitario en el Departamento de Teoría e Historia de la Educación de la Universidad de Salamanca. Profesionalmente, es Profesor Titular de Universidad, en el área de la Teoría de la Educación, en la ya citada Universidad de Salamanca.

Han sido varias la Universidades que le han permitido desempeñar la función docente e investigadora a lo largo de su formación: Universidad de Costa Rica, Universidades de Coimbra, Aveiro y Lisboa en Portugal, Universidad Degli Studi di Genova en Italia o la Universidad François Rabelais en Francia, entre otras, dando como fruto diferentes libros y artículos científicos que ha escrito, y Proyectos de Investigación nacionales e internacionales que ha liderado y en los que ha participado.

Es miembro del Grupo de Investigación de Excelencia “Procesos, espacios y prácticas educativas”, y profesor, entre otros menesteres, de Antropología de la Educación y Pedagogía Ambiental. Y desde hace algo más de un año tiene el cargo de Director Académico de la Universidad de la Experiencia en la Universidad de Salamanca.

Y por la Asociación de Vecinos Río Azuer: D. BENJAMÍN GARCÍA GIGANTE

Nace el 14 de mayo de 1961 en Manzanares, en la calle Lope de Vega. Realiza la antigua EGB en el Colegio Nacional “Altagracia” y posteriormente BUP y COU en el Instituto de Bachillerato “Sotomayor”.

En 1979, con dieciocho años, comienza su estudios universitarios en la Universidad Complutense de Madrid, y tras cinco años obtiene la titulación en dicha Universidad de Licenciado en Ciencias Matemáticas.

En 1985 consigue su primer trabajo, en la Escuela Universitaria “La Salle” como profesor ayudante. En 1986 obtiene la plaza de funcionario del MEC para impartir docencia en Matemáticas en la Enseñanza Secundaria; y en 1989 obtiene la plaza de Profesor Titular de Escuela Universitaria en la Universidad Autónoma de Madrid. En la actualidad es Profesor Titular de Universidad, e imparte Didáctica de las Matemáticas en la Facultad de Formación de Profesorado y Educación de la Universidad Autónoma de Madrid.

Sus trabajos están ligados al ámbito de la Didáctica de la Matemática (en particular al aprendizaje que implica el uso de videojuegos) y del e-learning (enseñanza on line):

Ha participado en Proyectos de I+D financiados en Convocatorias públicas para Elaboración de materiales curriculares, propuesta curricular de matemáticas para la ESO (MEC 1990 a 1993), en investigación y desarrollo de tecnologías para el e-learning, y en redes telecolaborativas para el desarrollo de las competencias transversales en la Educación Superior.

También ha participado en proyectos de Desarrollo de contenidos e-learning accesibles, y recibió la Mención de Honor al mejor material educativo en la convocatoria internacional MEDEA 2012 Unidad Temática “In trouble”.

Igualmente ha participado en Estados Unidos, Portugal y principales ciudades españolas en Congresos sobre el uso de videojuegos en la enseñanza de Matemáticas, como los de Orlando (Florida), Denver (Colorado) y Valencia (España), entre otros muchos.