Profesionales médicos acercaron a los manzanareños a la problemática del Síndrome de Tourette

Profesionales médicos acercaron a los manzanareños a la problemática del Síndrome de Tourette

Tres profesionales de la medicina impartieron una charla en el Hospital “Virgen de Altagracia” de Manzanares sobre el Síndrome de Gilles de la Tourette y sus trastornos asociados, una enfermedad consistente en la repetición de tics y la emisión de sonidos involuntarios. A ella asistieron, entre otros, representantes de los centros docentes y de la asociación de enfermos de Tourette de Madrid.

Sanidad
24-04-2009

El Síndrome de Gilles de la Tourette no debería considerarse como una enfermedad extraña, ya que afecta a cerca del 5% de la población. Pero sí que es una patología desconocida y mal diagnosticada en muchas ocasiones. Este es motivo por el que la central sindical CSI-CSIF organizó la charla informativa “Síndrome de Gilles de la Tourette y Trastornos Asociados”, que tuvo lugar el pasado miércoles, 22 de abril, en el Hospital “Virgen de Altagracia” de Manzanares.

Tres fueron los profesionales que expusieron su ponencia ante el personal del hospital, representantes de los centros docentes de la localidad y numerosas personas, que se mostraron interesadas por este síndrome y sus trastornos. Impartieron la charla María del Carmen Torres, neuróloga infantil del Hospital General de Ciudad Real; José Manuel Jiménez y Antonio Ramón Albert, psiquiatra y farmacéutico del Hospital “Virgen de Altagracia” de Manzanares respectivamente. El acto también contó con la presencia de Isabel Martínez, presidenta de la asociación madrileña de pacientes con el Síndrome de Tourette (AMPASTTA) y Asunción Villarreal, vocal de trabajo laboral y social de esta asociación.

El Síndrome de Tourette es un trastorno neurológico heredado, caracterizado por movimientos involuntarios repetidos y sonidos fónicos incontrolables que, en ocasiones, incluyen palabras o frases malsonantes. Los primeros síntomas del Síndrome de Gilles de la Tourette son tics de la cara, comúnmente parpadeo, que además pueden incluir contracción de la nariz o muecas y con el tiempo pueden dar lugar a otros tics motores, como sacudir la cabeza o extender el cuello.

A menudo, estos pacientes emiten sonidos, palabras o frases extrañas. A veces, gritan obscenidades o groserías involuntariamente (coprolalia) o repiten las palabras de los demás constantemente (ecolalia). Es muy común que quien padece esta enfermedad se aclare continuamente la garganta, tosa, gruña u olfatee. Los tics son muy difíciles de controlar y aumentan con el estrés. A todo ello deben sumarse otros problemas añadidos como el trastorno obsesivo-compulsivo, por la que estas personas sienten que deben realizar alguna acción repetidamente, como lavarse las manos o mirar que la puerta está cerrada con llave.

La vida de los enfermos de Tourette puede llegar a ser muy complicada. A los trastornos asociados a este síndrome se suman la incomprensión y el desconocimiento de quienes lo ven desde fuera. La soledad y la sensación de ser diferentes al resto de personas no lo provoca el Síndrome de Tourette, lo provocamos quienes miramos a estos enfermos como si no fueran iguales que nosotros.

Tanto las representantes de AMPASTTA, como Montserrat Reillo, delegada sindical del Área Mancha Centro y organizadora de la charla, destacaron la importancia de la detección temprana. El Síndrome de Gilles de la Tourette es tratable, pero incurable. Las personas que lo padecen y quienes les rodean deben aprender a convivir con esta enfermedad, a normalizarla y comprender que todas las acciones de estos enfermos son involuntarias.