La procesión y la lumbre, broche de oro a las Fiestas de la Candelaria 2006

Las actividades organizadas por el AMPA del Colegio la Candelaria con motivo de la festividad de la Virgen que lleva el nombre del centro educativo, han sido muchas y muy variadas, destacando de entre todas ellas, la celebración de la hoguera en la noche del miércoles, ubicada en las inmediaciones del centro educativo, entre el Cuartel de la Guardia Civil y la Gasolinera de la Blanca. Cientos de manzanareños acudieron masivamente a la propuesta del AMPA para disfrutar de la fiesta. La directora del centro, Isabel Romera, destacó la alta asistencia

Una vez más voluntarios de Protección Civil se personaron al encendido de la lumbre con el fin de solventar cualquier problema que se pudiera ocasionar. Romera destacaba la masiva participación de la comunidad educativa en todos los actos y cómo los niños se preparan a vivirlos.

El jueves 2 de febrero, festividad de la Virgen de la Candelaria, tuvo lugar la procesión de la Venerada Imagen que, junto al Bombo de las Ánimas, salió del Colegio Público La Candelaria recorriendo las calles Ánega, Doctor Fleming y Virgen del Carmen, para terminar en la Iglesia de la Asunción donde se celebró la Santa Misa.

La eucaristía, que comenzó a las diez de la mañana, fue oficiada por don Fernando Palop y, durante el transcurso de la misma, se procedió a la tradicional bendición de tarta, tórtolas y candelas, la procesión de éstas últimas por el interior de la iglesia y la bendición especial de los niños de Infantil de tres años, como recuerdo de la Presentación del Niño Jesús en el Templo.

La jornada concluyó con la procesión de regreso al Colegio, que esta vez recorrió las calles Carmen, Monjas y Blas Tello. Una vez en “La Candelaria”, como también es tradición, se pasó por debajo de la cinta de la Virgen y se repartió entre todos los alumnos tortas con chocolate y “Tarta de Ánimas”.

Romera dijo que los niños de este colegio conocen en profundidad la tradición de la Candelaria y, sobre todo, los alumnos mayores que esperan con impaciencia llegar a sexto de primaria para ser los portadores y protagonistas del Bombo de las Ánimas.