La piscina municipal se adapta a la nueva normativa

Ha sido necesario mejorar la instalación de la filtración-depuración para que se haga en el tiempo marcado por la ley, así como de las toberas de impulsión que se hallaban en un solo largo y en la parte superior. Los “skimmers” estaban dispuestos en el lado opuesto también en la parte superior, lo que significa que no se actuaba en la parte inferior de la masa de agua. “Actualmente se han situado las toberas en todo el perímetro en la parte inferior del vaso, en cumplimiento de la normativa”, precisó Torres.

Respondiendo a una pregunta de IU en el último Pleno sobre por qué se ha esperado al período estival para hacer las obras correspondientes, Torres señaló que las obras empezaron en marzo y que tenían un plazo de ejecución de tres meses, para poder abrir a mediados de junio como en años anteriores.

La intensidad de las lluvias de primavera, que anegaron las zanjas e impidieron pegar tubería y sellar los agujeros practicados en los muros, imposibilitó cumplir con el calendario previsto. Se descubrió además que existían problemas de solado y se advirtió “el estado de peligro asociado a la valla de cerramiento del recinto polideportivo”. Todos estos factores provocaron el retraso en las obras.

Por otro lado, Torres se refirió al aforo máximo de las piscinas al aire libre, señalando que el aforo que teóricamente podía recibir el único vaso operativo se puede cifrar en 1.575 personas; pero que nunca se llegó a esa cifra este verano, “el día de mayor afluencia de público mientras el vaso no ha sido abierto fue de 875 personas, el cincuenta y cinco por ciento del vaso operativo”.

La concejala de obras hizo referencia, por último, al procedimiento administrativo que siguieron las obras de la piscina, que fue complejo, al quedar desierta la subasta convocada para realizarlas y tener que optar por su ejecución por administración directa con el concurso de empresarios particulares.