Niños de diferentes edades aprenden y se divierten en la ludoteca municipal
Niños de diferentes edades aprenden y se divierten en la ludoteca municipal
La ludoteca municipal, situada en el Centro Social del Nuevo Manzanares, se convierte este verano en un lugar idóneo para los más pequeños. Cada uno de sus rincones está preparado para asegurar el entretenimiento, la diversión y continuar inculcando buenas pautas educativas. Un máximo de veinte niños para cada uno de los cinco grupos organizados, interactúan y comparten juegos y experiencias en los meses de vacaciones escolares.
Aunque el deseo de jugar del niño es espontáneo, las ludotecas canalizan sus esfuerzos para potenciar el desarrollo integral de los más pequeños por medio de actividades lúdicas, convirtiendo así el entretenimiento y diversión en un instrumento de aprendizaje muy importante. Estos objetivos se intentan lograr cada día en la ludoteca municipal de Manzanares.
Mientras que el resto del año la matrícula de usuarios en la ludoteca es trimestral, en verano se realiza por meses. No obstante, algunos de los pequeños asisten los tres meses que duran sus vacaciones. Cinco grupos con un máximo de veinte niños para cada uno desarrollan las actividades que las dos responsables proponen. Una de ellas, Laura Ramirez, comentó que disponen de cinco plazas para los casos en los que alguna familia requiera puntualmente este servicio durante unas horas.
Este espacio municipal dedicado a la infancia está preparado para todas las edades y para el aprendizaje y la diversión del niño. El gusano, la parte del tobogán o la piscina de bolas tienen un uso común. Las actividades son diferentes dependiendo la edad del niño. Según Ramirez, la dificultad del trabajo de mesa aumenta a medida que el niño crece, ya que por ejemplo un puzzle tendrá menos piezas para un niño de cinco años que para uno de ocho. Con los más mayores se realizan también actividades manuales. Los ordenadores también tienen cabida en la ludoteca pero las responsables no abusan de ellos, destinándoles sólo un día a su uso para que el niño pueda desarrollar otras actividades.
Las monitoras guían y enseñan al niño, pero no obligan a jugar a algo o a realizar lo que el niño no desee. Así, la relación monitoras-niños, y entre los propios niños es muy buena, ya que comparten un espacio, tiempo, juegos y risas, siendo muy gratificante para ellos. Tras un curso escolar, los niños siguen compartiendo experiencias en la ludoteca manzanareña.
Algunas familias encuentran en la ludoteca el lugar idóneo para dejar a sus pequeños mientras van al trabajo o realizan diferentes gestiones. Hasta ahora, no ha habido ningún problema para dejar a niños en lista de espera gracias al sistema de la reserva de cinco plazas para casos urgentes o para momentos determinados.