Manzanares vivió su fin de semana más taurino

La plaza de toros de Manzanares fue el centro de atención de la afición taurina durante el fin de semana. Muchas personas se acercaron a ver en los corrales la corrida de Castillejo de Huebra que se lidió el sábado, un día que ya desde por la mañana vivió el ambiente taurino con distintos actos.

En primer lugar, el Ayuntamiento de Manzanares descubrió en la puerta del patio de cuadrillas del centenario coso una cerámica que recuerda la alternativa que tomó aquí el torero Carlos Aranda el 16 de julio del año pasado, con Morante de la Puebla como padrino y Juan Ortega como testigo ante el toro ‘Aldeanito’, también de Castillejo de Huebra.

Junto al teniente de alcalde, Pablo Camacho; al concejal de Festejos, Candi Sevilla; y al presidente de la plaza, Felipe Jerez; el diestro daimieleño desveló esta cerámica que se suma a la del resto de toreros que se han doctorado en esta histórica plaza y cuyas alternativas quedan así plasmadas para la posteridad, como resaltó Sevilla. Aranda, por su parte, agradeció a Manzanares y a su ayuntamiento la acogida que siempre ha tenido aquí, desde que siendo un niño actuó en 2011.

Esa misma mañana, y como ya empieza a ser tradición en el día más taurino del año en Manzanares, el Círculo Cultural Taurino ‘Ignacio Sánchez Mejías’, con su presidente Francisco Jiménez como guía, realizó una visita a la plaza de toros y a la propia sede-museo de esta peña. Con este acto se hace pedagogía taurina y se intenta fomentar la afición, sobre todo entre los más jóvenes.

Y tras visitar distintas dependencias de la plaza, entre ellas la capilla o el ruedo donde fue mortalmente corneado Ignacio Sánchez Mejías el 11 de agosto de 1934, los asistentes tuvieron una sorpresa. El diestro francés Juan Leal les acompañó un buen rato para dar unas nociones de manejo del capote y dibujar una serie de pases. Y a pesar de la cornada que recibió en la mano horas antes en Pamplona, no dudó incluso en coger el carretón para que los pequeños lo intentaran con el percal.

Corrida de toros

Fue el preludio de su triunfal tarde en la corrida de toros que tuvo lugar a las ocho ante un cuarto del aforo. Realizó un toreo muy vistoso, templado y valiente a sus dos toros. Con el segundo de la tarde estuvo más acertado con el acero y logró las dos orejas. Con el quinto falló con la espada tras otra excelente faena en la que demostró porqué está en las principales ferias y es primerísima figura en su país.

Salió a hombros por la puerta grande junto a Antonio Ferrera, que en el que abrió plaza tuvo que vérselas con el peor toro de la corrida, al que mató de gran estocada, pero que no fue suficiente para conseguir la oreja que el público y el propio torero reclamaron al palco. Sí consiguió las dos del cuarto tras una meritoria faena cargada de arrojo culminada también a la primera.

Quien tuvo que salir a pie y pidiendo disculpas a la afición fue Carlos Aranda, que no pudo repetir el éxito de un año antes en el día de su alternativa en esta plaza. Se llevó una ovación con el tercero, al que no llegó a cuajar, y con el sexto incluso fue abroncado por otra faena sin transmisión mal rematada con el acero.

Novillada

La feria taurina de Manzanares se completó el domingo con una novillada sin caballos del certamen ‘Promesas de nuestra tierra’. El albaceteño Samuel Navalón, que cortó cuatro orejas, fue el indiscutible triunfador con un toreo de mucho oficio y cercanía a pesar de su juventud. Le acompañó por la puerta grande Daniel Moset, que cortó una oreja a cada uno de sus novillos. Israel Aparicio, que fue volteado en el tercero y quedó lesionado, se resintió y recibió una ovación en su primero y una oreja del que cerró plaza. Junto a Navalón y Moset salió también a hombros el ganadero, López Gibaja, uno de cuyos novillos, el cuarto, fue premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre.