La llegada del verano trae consigo diversos riesgos

La llegada del verano trae consigo diversos riesgos

En días tan calurosos como los que estamos viviendo es muy importante tomar medidas para prevenir posibles trastornos. Beber mucha agua y evitar el sol en las horas centrales del día son las principales recomendaciones que David de Diego, responsable del Centro de Salud “Manzanares 1”, ofrece a los manzanareños para evitar las deshidrataciones y los golpes de calor.

Sanidad
17-07-2007

El calor suave de estos días resulta muy agradable y reconfortante, pero en exceso puede provocar diversos problemas. Uno de los riesgos que corremos al estar tanto tiempo expuestos al sol es la deshidratación. La principal medida que debemos adoptar es consumir ocho vasos de agua diarios y no esperar a tener sed para ingerirlos.

Así mismo la exposición continuada al sol puede provocar un golpe de calor, que se produce cuando el cuerpo humano pierde la capacidad de controlar su temperatura a través de la sudoración. Los síntomas de este trastorno son somnolencia, enrojecimiento de la piel, cambio de carácter, aumento de la temperatura corporal hasta unos 39º C y sequedad de las mucosas y de la piel. Si la deshidratación es severa se acompaña de mareos, fatiga, vómitos, dolor de cabeza punzante y aceleración del ritmo cardíaco y respiratorio. El problema de esta afección es que no se manifiesta como una enfermedad y por esta razón no se toman las medidas preventivas necesarias.

Si nos encontramos con un caso de golpe de calor lo más importante es intentar refrescar a la persona que lo sufre trasladándola a una zona de sombra y cubriéndola con toallas húmedas y, en caso de que no vomite, intentar ofrecerle líquidos. Una vez ofrecida esta primera atención, el siguiente paso es avisar a los servicios médicos a través del 112.

Además de mantenerse bien hidratado como ya hemos comentado antes, David de Diego, responsable del Centro de Salud “Manzanares 1”, debemos tener en cuenta otras medidas para evitar este golpe de calor. La alimentación es muy importante. Se deben tomar todo tipo de alimentos y consumir fruta, verduras y hortalizas frescas y cocidas en abundancia y evitar comidas copiosas y de difícil digestión. También se debe permanecer en lugares frescos y darse una ducha fría en caso necesario, así como vestir ropa ligera, holgada y de colores claros. La cafeína y las bebidas alcohólicas hay que evitarlas, ya que refrescan en el momento, pero facilitan la pérdida de sales minerales.

En la vivienda también debemos tomar varias medidas para prevenirnos del calor. Debemos permanecer en el domicilio el mayor tiempo posible con acondicionadores de aire que refresquen el ambiente, así como cubrir con toldos o lonas las ventanas, ya que reducen un 80% la entrada de calor en la vivienda. Por la noche debemos dejar las ventanas abiertas para enfriar la casa después de todo el calor del día.

Los grupos de personas más expuestos a estos problemas son los niños pequeños, las personas con sobrepeso, las personas mayores y las que sufren enfermedades crónicas. Es muy importantes vigilarlos, sobretodo a los dos últimos, varias veces al día por si presentaran síntomas de agotamiento. En este caso hay que acudir con la mayor brevedad posible a un centro de salud para tratar de eliminarlo.