Fútbol: Hellín Deportivo, 1; Manzanares, 2
Fútbol: Hellín Deportivo, 1; Manzanares, 2
Si alguien alguna vez se ha preguntado por qué el fútbol es tan grande y mueve tantas pasiones, no hay más que haber visto el desenlace del Hellín Deportivo - Manzanares de ayer para resolver esta cuestión. Ni el más de los pesimista de los seguidores hellineros podría haber escrito un guión tan cruel para los intereses del equipo local que, con esta derrota, se complica, de manera importante, la permanencia.
Alineaciones:
Hellín Deportivo: Galisteo; Alex, Ricky, Pepelu, Oscar; Encinar, Pájaro (minuto 75, Ciro), David Ruiz (minuto 82, Fran), Rubio; Herra y Casiano (minuto 89, Jonás).
Manzanares: Ruiz Caba; Espinosa, Ribero, Agus, Robi; Parra (minuto 73, Juan), Juanjo (minuto 83, Bustos), Martín (minuto 46, Quique), Pirri; Juanpe y Chule.
Arbitro: Martínez Oliva, de Cuenca, asistido por Rebenaque Mialdea y Torres Castellanos. Regular. Amonestó a los hellineros Oscar y Casiano; y a los visitantes Juanpe y Chule.
Goles:
1 - 0. Minuto 60. David Ruiz.
1 - 1. Minuto 91. Ribero.
1 - 2. Minuto 93. Chule.
Incidencias: Partido de la 30ª jornada de liga disputado ayer en Santa Ana ante unos 200 espectadores, con mucho sol y temperatura muy agradable. Césped en mejores condiciones que en el pasado. Algunos de los usuarios de la Cruz Blanca realizaron el saque de honor y se guardó un minuto de silencio por los fallecidos en la tragedia de Japón. Los hellineros botaron nueve córners (seis y tres); por cinco del Manzanares (tres y dos).
Aunque al equipo de Antonio García, Lin, que ayer debutaba en el banquillo de Santa Ana tras el estreno de la pasada semana, también sin suerte, en Azuqueca, le salva, de momento, el hecho de que Chozas de Canales y Torrijos siguen empeñados en mantener la misma irregularidad de resultados que los azulones, que siguen igual que antes del partido ante el Manzanares, pero ahora con ocho partidos para el final.
Lo cierto es fue un final muy cruel para el Hellín. Hasta el propio Julián Alcolea, el mister visitante, lo reconocía, al final de un encuentro en el que la grada acabó desolada. Cabizbaja. Sin palabras y pellizcándose unos a otros porque no daban crédito a lo que habían visto. Se podría comparar con aquélla final de la entonces Copa de Europa entre el Bayern de Munich y el Manchester United, que los ingleses ganaron finalmente por 1 - 2, en dos jugadas en el tiempo añado que le dieron la vuelta a la tortilla.
El Hellín, que pudo sentenciar por las ocasiones que generó a lo largo del partido, no lo hizo, y los ciudarrealeños sentenciaron. Al igual que ocurrió en la ida en el estadio José Camacho. Volteando la ventaja inicial de los hellineros, con un gol en el descuento de un ex, como Chule Villar, con todo el suspense del mundo cuando, de espaldas a la portería, cabeceó tras la salida algo confiada de Galisteo.
Los hellineros, que no se habían recuperado del mazazo de una semana antes en Azuqueca, ayer, más allá de la importancia de los tres puntos, que la tiene, y mucha, acabó anímicamente muy tocado cuando por delante tendrá que afrontar dos salidas consecutivas hasta Villarrobledo y La Gineta, que no se presentan, a priori, como los mejores escenarios para la recuperación. Pero al Hellín ya no le queda otra que salir a por todas, cuan kamikaze, para apurar las opciones reales que aún tiene de permanencia.
De entrada Lin, que volvía al banquillo hellinero seis años después, cuando entonces hizo la veces de segundo de Jovi, recuperó para la defensa a Oscar y Pepelu en relación a Azuqueca, con Encinar y Rubio, en la sala de máquinas, y con David Ruiz y Pájaro, en las bandas. Amén de Alex y Ricky en los laterales; y Casiano y Herra, arriba.
Comienzo frenético
Enfrente un Manzanares que también después de seis temporadas volvía a Santa Ana para repetir victoria como entonces. Aunque quizás se llevó un premio excesivo para lo que se vio, sin bien es cierto que los visitantes comenzaron muy fuertes, y apenas se había disputado el primer minuto de juego, una falta lateral llegó al área, pero el remate no lo pudo dirigir en la mejores condiciones Agus, el ex del Hellín, que le había ganado bien la espalda a la zaga hellinera.
No se había repuesto del susto el Hellín cuando, en el minuto cuatro, Parra se sacó de encima un zapatazo que Galisteo envió a la esquina, en el primero de esos tres saques consecutivos, pero sin consecuencias, que lanzó el equipo que ayer vestía de rojo.
Poco a poco fue el Hellín quitándose de encima esa presión y comenzó a meter atrás a un Manzanares que perdía muy rápidamente la bola. Los hellineros botaron cuatro saques de esquina muy seguidos, en los que se puso de manifiesto el trabajo de estrategia que, con el nuevo técnico, se ha puesto en marcha, pero tanto Ruiz Caba como la defensa estuvieron correctos para despejar el peligro.
En el minuto doce, ya con el Hellín totalmente dominador de la situación, a punto estuvo un Oscar que regresaba dos jornadas después de su lesión, de hacer el primero, en un lanzamiento desde casi el centro del campo que se fue envenenando a un Ruiz Caba que, sin embargo, tiró de sangre fría para meter la manopla y evitar males mayores para su equipo.
El Hellín dominaba la situación y llegaba con cierta facilidad por las bandas, gracias al gran trabajo de David Ruiz, fundamentalmente, pero sin excesivo peligro, ya que el Manzanares ataba en seco a Casiano y Herra, a pesar que en ataque apenas daba señales de vida.
A la media hora David Ruiz tuvo una buena ocasión tras el centro de Pájaro y el resbalón de un defensa que le habilitó, pero, en el momento del disparo, otro jugador visitante estuvo providencial para poner el cuerpo y desviar la trayectoria del balón que buscaba la portería, como la ocasión con la que se llegó al final de la primera mitad.
Golazo
La segunda parte comenzó con el mismo monólogo hellinero. Así en el minuto ocho, Herra se sacó de encima un gran lanzamiento, libre de marca, desde la frontal, al que respondió con una magnífica parada, Ruiz Caba, enviando el balón a la esquina.
Pero el gol, fruto de se dominio del Hellín, se veía venir, y en el minuto 15, David Ruiz, en un gran momento de forma, levantó de reojo la cabeza, vio a Ruiz Caba unos centímetros fuera del marco, y la vaselina perfecta se alojó al fondo de las redes, en lo que era el cuarto gol en la presente temporada del ex del Villarrobledo.
Con el tanto a favor el partido se rompió, ante un Manzananres que seguía sin crear peligro sobre el marco de Galisteo, pero el resultado era tan ajustado que, como al final se pudo comprobar, en cualquier acción podría saltar la liebre.
Pudo Encinar, en el minuto 19, acabar con el sufrimiento y la angustia de la parroquia que miraba al cronómetro y no avanzaba, pero su cabezazo a la salida del saque de esquina se marchó algo desviado junto al palo.
En un partido taquicárdico, de ida y vuelta, los manzanareños tocaron bien en el centro del campo de la mano de Robi y Parra, antes de ser suplido, con la pared hacia Juanjo que, en el duelo al sol ante Galisteo, no lo pudo batir, ya que el extremeño aguantó muy bien hasta el final e intuyó que el balón viajaba al primer palo.
Final inesperado
Llegaron los cambios en ambos equipos, con la salida al campo en el Hellín de Ciro por Pájaro, que se colocó en la banda derecha, y David Ruiz se fue a la izquierda, desde donde Casiano pudo hacer uno de los goles de la temporada, en una carrera poderosa del brasileño que se plantó en el área, pero, su toque sutil ante la salida del portero, salió junto al palo ante la desesperación del respetable.
Fran volvió al equipo tras su lesión para colocarse de lateral y Ricky subió su posición al centro del campo. Todo parecía resuelto y era cuestión de que el tiempo pasara. Pero entonces llegó una falta lateral cerca del banquillo del Hellín, el centro al segundo palo donde Ribero, sumado al ataque, cazó un derechazo que se introdujo entre una nube de piernas lejos de un Galisteo tapado.
Era el empate a uno pero apareció la Ley de Murphy en la soleada tarde hellinera y, al igual que ocurrió unos meses antes en la ida, el ex hellinero, Chule cazó un balón en la línea de fondo, de espaldas, de cabeza, y casi sin querer ante la salida de Galisteo, que se alojó al fondo de las redes para consumar la tragedia y dejar al Hellín contra las cuerdas.