La Filarmónica de Cuenca y el Coro “Alonso Lobo” conquistaron al público del Gran Teatro

Más de cincuenta personas, entre instrumentistas, coralistas y solistas, intervinieron en el concierto que ofrecieron en Manzanares la Orquesta Filarmónica de Cuenca y el Coro “Alonso Lobo”, interpretando una de las obras menos conocidas de Bach, “La Pasión según San Juan”. Su director Luis Carlos Ortiz se mostró gratamente sorprendido por el auditorio, muy diferente al de la última vez que actuaron en esta localidad “por su magnifica concha acústica”.

Su gran belleza plástica, su dramatismo y su gran complejidad a la hora de interpretarla fueron destacadas por el director conquense, añadiendo que “La Pasión según San Juan” resume la vida del compositor alemán. “Bach hizo cuatro revisiones y la última no pudo terminarla, haciéndola su yerno, que también fue músico. Nosotros interpretaremos en Manzanares la tercera revisión”, señaló.

Actualmente, la Orquesta conquense, acompañada por el Coro “Alonso Lobo”, se encuentra de gira por Castilla-La Mancha, a través de la Red de Teatros, participando activamente en los actos y celebraciones de la Semana Santa que coinciden en estas fechas.

Cabe señalar que Luis Carlos Ortiz nació en Cuenca, iniciando sus estudios musicales en Madrid para continuarlos en su ciudad natal, donde obtuvo el título de profesor de guitarra, a la vez que simultaneaba dichos estudios con los de violoncello, flauta travesera, violín y viola. Después de ser nombrado director del Coro de Cámara Alonso Lobo, volvió otra vez a Madrid para realizar estudios superiores de dirección de orquesta, dirección de coro y composición.

En 1997 fundó la Orquesta Filarmónica de Cuenca, de la que en la actualidad es director titular, con el objetivo dar cobertura y flexibilidad a diferentes campos, abarcando desde el barroco hasta la música sinfónica, entre otras.

La perfecta afinación y compenetración demostrada en Manzanares por la orquesta y el coro, junto a los solistas Celia Alcedo, soprano; Paz Martínez, alto; Miguel Mediano, tenor; y Miguel Ángel Viñe (bajo), les valieron cinco minutos de intensos aplausos que recompensaron el duro trabajo hecho en el escenario y durante los largos meses de ensayos.