FERCAM muestra cómo los sensores de humedad del suelo mejoran la eficiencia del riego
FERCAM muestra cómo los sensores de humedad del suelo mejoran la eficiencia del riego
Entre las novedades tecnológicas que presenta la Feria Regional del Campo y Muestras que se celebra en Manzanares se encuentran unos sensores de humedad del suelo que permiten mejorar la eficiencia del riego y conseguir, además de ahorro de agua, un mayor rendimiento de la explotación agraria. Sus peculiaridades fueron explicadas en una conferencia técnica organizada por la consultora técnica agrícola, geológica e industrial Inggeo, S.L.
Pedro Rincón Calero, de la consultora geológica GeaPraxis, presentó la conferencia y explicó que estos sensores son un buen ejemplo de agricultura sostenible y de uso sostenible del agua, máxime cuando al agricultor le va a tocar en un futuro especializarse, formarse y reeducarse en el uso y gestión del agua, “va a ser un gestor más del agua”, según Rincón, de ahí la importancia de conocer cómo se moviliza el agua en los primeros 40 centímetros del suelo.
El ponente, Vicente Bodas González, Ingeniero Agrónomo que ha trabajado en el asesoramiento en técnicas de agricultura de conservación, además de participar en proyectos de investigación y divulgación sobre nuevas tecnologías para el ahorro y optimización del agua, habló de la mejora del manejo agronómico del riego mediante los citados sensores de humedad, mostrando cómo son y cuál es su función.
Bodas explicó que estos aparatos con forma de tubo se instalan en el suelo a distintas profundidades y registran cómo evoluciona la humedad en ese punto, lo que permite afinar mucho en el manejo del riego al dejar constancia en tiempo real de lo que ocurre en el suelo, de cómo la planta toma el agua, a qué profundidad lo hace y en qué cantidad, o a qué profundidad del suelo se llega cuando regamos.
El experto dijo que si se mantiene el nivel hídrico adecuado del suelo, la planta no tiene estrés y se consiguen sus máximos rendimientos. También el sensor puede aconsejar inducir ese estrés, como en el caso de la viña por cuestiones de calidad, indicando a qué nivel hay que llegar para que ese estrés ocurra.
“Lo que hacemos es tener una información objetiva de lo que ocurre por debajo de la superficie del suelo”, señaló Bodas. De esta forma, las decisiones de riego se toman de forma objetiva, y no de manera intuitiva por métodos indirectos como los cálculos de evotranspiración.
Una sola sonda con diferentes sensores a distintas profundidades es suficiente por unidad de riego y cultivo, y es válida para todo tipo de sistemas de riego, incluso para secano con el fin de hacer un seguimiento de los niveles de humedad y de su rendimiento.
Según Bodas González, la sonda no se instala específicamente para ahorrar agua, sino para manejar mejor el riego, aunque siempre permite el ahorro de agua “al no ir a ciegas”. “Lo importante es que la sonda permite que el agua que usas sea lo más eficiente posible y no se pierda a una profundidad donde la planta no la absorbe”, explicó el ponente.