La falta de criterio y de aplicación del reglamento por parte de Escudero Marin permitió que el Manzanares-Piedrabuena terminara con 12 amarillas y cinco rojas

Alguien que no presenciara el encuentro puede pensar que el partido fue una guerra campal, pero no fue así porque sencillamente fue un partido brusco con entradas rozando el limite del reglamento, que al fin y al cabo fueron condicionantes casi lógicos de cualquier partido de futbol. El partido se le escapa a Escudero Marin, en los primeros compases del mismo, cuando por faltas mas que reiteradas tuvo que hacer el autentico uso de las tarjetas y que algún que otro jugador hubiera visto dos amarillas en los primeros veinte minutos de partido.

Lo peor que puede tener un arbitro, es ser prepotente, equivocándose y no saber reconocerlo, Escudero Marin era prepotente en su actuación y se equivocaba y para mas inri sus contestaciones y argumentos dialécticos en el campo de juego eran algo mas que pueriles. El primer tiempo, trancurrio con dominio territorial del Manzanares, el dominio de los de Alcolea no se veía reflejado con ocasiones de gol claras, es evidente a su vez que el trabajo de los de Piedrabuena era bueno. El partido sin ser demasiado bonito, era emocionante en el marcador y muy disputado, las defensas mandaban sobre los ataques. Los errores de Escudero Marin sacaban de quicio al equipo que mas tenia la pelota, porque los manzanareños al ser dueños de la posesión de balón eran los que mas faltas recibían, recibiendo como recompensa error tras error y alguna que otra tarjeta por decir arbitro ha sido falta.

El primer tiempo termino con empate a cero, clásico partido de Copa entre dos buenos equipos, se noto que se estaba en pretemporada pero a ninguno de los dos equipos se les puede negar la entrega y las ganas. Errores de Escudero Marin, perdonables los del aspecto técnico del partido, pero no demasiado perdonables una actitud a la hora de dirigirse a los protagonistas del partido impropia de alguien que tiene que impartir justicia en un terreno de juego.

El Piedrabuena dio un paso hacia adelante en el descanso, los de Guillermo tuvieron mas posesión de balón y se acercaron con mas peligro a la portería de Ruiz Caba, un bagaje de su mejor juego de la segunda mitad fueron dos tiros al palo en donde de haber tenido un poco mas de suerte podían haberse puesto delante en el marcador. La segunda mitad conforme avanzaba, pasaba por distintas dinámicas de partido, en donde el Manzanares poco a poco iba sacando su raza e iba acercándose con mas peligro a la portería del Piedrabuna. El gol del Manzanares llego en un saque de esquina lanzado por Jesus Villar, para unos entro directo y para otros fue Carlos el ultimo en tocar, esta claro que este fue el gol que le dio el triunfo al Manzanares.

En los últimos diez minutos de partido llego una entrada de juzgado de guardia sobre Jesus Villar, entrada que se saldo con tarjeta roja al autor de la misma y tarjeta roja a un jugador del Manzanares que estaba en el banquillo por insultar a quien había entrado de una forma descomunal a un compañero, en esta jugada follón dentro del campo, follón fuera del campo y Escudero Marin permanecía ajeno a que el máximo culpable que esto ocurriera había sido el porque el jugador expulsado había hecho méritos mas que suficientes muchos minutos a la expulsión.

El partido termino con victoria por la mínima del Manzanares, con un bagaje de doce tarjetas amarillas y cinco rojas, en donde el principal causante de las mismas fue Escudero Marin colegiado del partido. Se le olvido poner en acta al dorsal veintitrés del Piedrabuena que lo expulso y se fue del campo por el lado contrario a los vestuarios. El trato dentro del campo con los jugadores se puede considerar como vejatorio, se dirigió a Alcolea en tres ocasiones de un modo poco educado, esta claro que Escudero Marin después hizo daño con una redacción de acta nada lógica. Como se puede expulsar a un jugador como Isra, en una nube de veinte, donde los insultos llegaban desde todos los frentes.

Llamada a la calma por parte de todos, es un buen consejo, los partidos es para estar callados y respetar las decisiones del colegiado. El consejo al jugador que le entro a Jesus Villar, cuyo nombre es mejor no recordar, es que recapacite y piense que esto es un deporte y hay que entenderlo como tal. Escudero Marin, hizo un arbitraje catastrófico, perjudico a todos pero en especial a un Manzanares que vio como a parte de golpes se llevaron las tarjetas. Quien tenga que sancionar que se lo piense, porque la actuación del arbitro fue de las que es mejor no recordar, el peor parado el deporte en si y Jesus Villar que vio como le agredían de forma brutal.