El espectáculo Monty Python’s, lo más destacado del Festival Lazarillo

La XXXI edición del Festival de Teatro Contemporáneo “Lazarillo” concluyó el domingo con la compañía Micomicón que puso en escena, en el Gran Teatro, una versión libre del clásico “El rufián Castrucho”, de Lope de Vega, que no levantó demasiada expectación entre el público como sucedió en otras representaciones de las denominadas “de sala”. Éste es, quizá, uno de los motivos por el que la satisfacción de los organizadores no ha sido plena, aunque la valoración general del desarrollo del Festival es muy positiva.

Roberto López Villalta, codirector del Festival, destacó el protagonismo de los espectáculos de calle y el festival de títeres que, junto con los conciertos programados por la noche en el disco bar “La Chancla” y en el Kiosco de la Música, fueron los que llevaron la fiesta a las calles de la localidad.

Para López Villalta, con la programación que ha tenido la edición número treinta y uno del Festival de Teatro “Lazarillo”, que ha incluido una gran variedad de espectáculos de distintos géneros y contenidos, se ha dado cobertura a las preferencias de las personas que han asistido a los mismos.

En el último fin de semana del festival la compañía “La Zaranda”, que ya había actuado en anteriores ocasiones en Lazarillo, presentó el viernes en el Gran Teatro “Homenaje a los Malditos”. Según el autor de la obra, Eusebio Calonge, el espectáculo cuenta con dos intenciones principales. Por un lado, pretende realizar un homenaje lícito a los maestros que fueron gérmenes importantes de su obra; por otro, criticar todo el negocio “siniestro” que se realiza para llevar a cabo una manipulación de la memoria viva de tantas autores que se momifican en los homenajes y, posteriormente, quedan en el olvido.

La obra dirigida por Paco de la Zaranda e interpretada por siete actores marcó la jornada del viernes de Lazarillo 2005. El público asistente pudo observar una vez más la nota que caracteriza a la compañía malagueña pues son obras misteriosas en las que es más importante lo que se percibe que lo que se cuenta.

La coproducción de las compañías “Yllana” e “Imprebís” con una extraordinaria versión de los mejores sketches de los británicos “Monty Python’s” fue sin duda el plato fuerte del “Lazarillo 2005”. En la noche del sábado consiguió la mejor entrada del festival y el público no paró de reír durante una hora y media de auténtico homenaje al fino humor de los surrealistas, absurdos e ingeniosos autores de películas como “La vida de Brian” o “El sentido de la vida”.

Los cinco actores, que en todo momento respetaron el espíritu de los originales, se convirtieron en protagonistas de veintiún sketches en los que quedó patente la crítica a instituciones, gobiernos, fuerzas de seguridad, ejército o al mismísimo Vaticano. Todas las parodias son obra de los “Monty Python’s”, aunque en la adaptación española se introducen giros y personajes muy nuestros, cambiando por ejemplo a los policías ingleses por la Guardia Civil.

Lo mejor de todo es que este espectáculo, que ha tenido más de un año de éxito en Madrid y que ahora está de gira, tendrá segunda parte con más scketches de los “Monty”, unos maestros del humor con los que “Yllana” utiliza por primera vez la palabra.