Dos técnicos hablaron de una nueva solución para evitar los problemas que genera el acolchado plástico
Dos técnicos hablaron de una nueva solución para evitar los problemas que genera el acolchado plástico
El acolchado, una práctica agrícola que se utiliza para controlar el crecimiento de las malas hierbas, mantener la temperatura del suelo, ahorrar agua y evitar daños por las heladas; las dificultades que existen a la hora de retirar los plásticos para ser incinerados, y la solución que se puede dar a este problema fueron el objeto de urna charla organizada por INGGEO.
Oliver de Beaurepeire, ingeniero agrónomo, y Rafael Cuenca, gerente de Genplas, dieron una charla técnica en Manzanares en la que afirmaron que en la mayoría de los casos la retirada y reciclado de estos plásticos usados en agricultura no son viables. Los motivos de esta inviabilidad pueden ser no sólo económicos, sino logísticos, ya que no existen vertederos e incineradoras adecuadas.
Dadas esas dificultades, el grupo de empresas que organizaron la charla está promoviendo el uso de un nuevo acolchado plástico que es biodegradable. Los técnicos señalaron que “a diferencia de otros acolchados, enviroplast, además de aportar los mismos beneficios y con costes económicos y manipulaciones similares que el acolchado plástico convencional, se ‘oxobiodegrada’ al cabo de la vida útil, eliminando así, de manera natural, el problema de los residuos acolchados tradicionales”.
Esta novedad tecnológica en el campo de la agricultura ha sido galardonada con el premio “New Tecnologies in Materials 2006”. En el mercado agrícola se consume alrededor de 2,8 millones de toneladas de materiales plásticos, el noventa por ciento de los cuales son de plásticos de acolchado. En Castilla-La Mancha dichos plásticos se utilizan en unas once mil hectáreas.