La Diputación presenta el libro “Antonio Ruiz, espacios plásticos para la emoción”

De Lara, que calificó el acto de hermoso e importante, quiso convertir la presentación del libro en un homenaje "al esfuerzo, a la voluntad, a la imaginación, a la capacidad de soñar, a la talla de artista inconmensurable; en definitiva, a un gran hombre".

"Conocí tarde a Antonio Ruiz, y eso que era manzagato y yo soy de La Solana. En diferentes épocas compartimos el mismo instituto y me fastidia no haberlo conocido con más antelación porque era una persona que no pasaba inadvertida", dijo De Lara, para añadir que era un hombre "inquieto, vivo, inteligente, con un brillo especial en los ojos. Y tenía una cualidad poco corriente en los tiempos que corren, siempre sonreía".

Recordó, asimismo, la faceta reivindicativa que siempre exhibió Antonio Ruiz-Escribano "con las causas y la causa de las personas con alguna discapacidad". Añadió, a este respecto, que "tuvimos alguna conversación relativa a la accesibilidad y a la eliminación de barreras arquitectónicas, un tema con el que me sentía muy identificado porque fui ponente de la Ley de Accesibilidad. Pero, a pesar de sus problemas, no exhibía victimismo, era posibilista y muy cordial".

Considera De Lara que Antonio Ruiz-Escribano López-Villalta fue "un autor polifacético, poliédrico, no encasillado, un púgil valiente y luchador que supo compatibilizar la lucha con la danza de la pintura, con la captación e interpretación de la belleza, pero también con la evocación de la belleza, que le brotaba todos los días desde muy adentro".

Se refirió el presidente de la Diputación en otro momento de su intervención a Ana de Frutos, la esposa del pintor fallecido, de quien dijo que también la conoció tarde, cuando le mostró un álbum con las pinturas de su marido. "Pintó mucho en la vida, pero también en el lienzo. No soy un experto, pero sí tengo derecho a decir que desde el primer momento me enamoré del color. Y ya vi en aquel catálogo que se puso sobre mi mesa un gran futuro para la obra que hoy presentamos", afirmó.

Concluyó De Lara pidiendo a los presentes que agradezcan "lo que fue y lo que quiso ser Antonio Sánchez-Escribano. Y también este magnífico regalo que nos entrega hoy en forma de libro. Decía Borges que el paraíso que él imaginaba estaba repleto de libros. Nadie muere mientras se le recuerda; recordemos, por tanto, a Antonio, ese gran hombre, que también fue un gran pintor".

Por su parte, el autor, José González Ortiz, amigo personal del pintor fallecido, dijo que con la edición del libro la Diputación hacía justicia a su persona. "Agradecer a todos este momento importante para nosotros, sobre todo para aquellas personas que querían a Antonio Ruiz Escribano, porque se hace justicia a su persona", dijo antes de agradecer a Ana de Frutos su empeño por hacer más presente la obra de su marido.

"Antonio superó un gran problema y fue un valiente ante las circunstancias que le vinieron de sopetón. Nunca exhibía ante nadie su condición de minusválido. Te animaba con expresión de nobleza y como hombre de carácter humanitario y solidario que encarnaba la lucha que tenía que hacer por la existencia, por la vida", añadió González Ortiz.

Explicó, por otro lado, que estaba seguro que el pintor, allá donde estuviese, estaría "muy contento y satisfecho, y muy abrumando, porque nunca esperó que se hiciera una monografía sobre él como autor y como persona". Y agregó que "era un pintor humilde y sencillo que admiraba a Manuel López Villaseñor, de quien probablemente no supiera que también estaba discapacitado por la polio, por lo que también fue un pintor discapacitado como él".

Tras destacar la deferencia que ha tenido la Diputación provincial para con este proyecto, González Ortiz afirmó que con la presentación de libro se estaba haciendo "un pequeño acto de justicia hacia la persona de Antonio Ruiz Escribano".

A continuación Álvaro y Alicia, dos sobrinos del pintor, dieron lectura a sendas cartas de despedida y finalmente tomó la palabra Ana de Frutos, quien confesó que estaba "muy satisfecha". "Cuando Antonio pensé en la manera que su obra perdurara y me dirigí a la Diputación, porque Ciudad Real es su provincia. Nemesio de Lara me escuchó, su palabra para mí es oro, porque todo lo que me dijo ha salido adelante", dijo la esposa de Antonio Ruiz, quien se emocionó, al igual que los familiares que estaban presentes, entre ellos sus padres.

Ana de Frutos agradeció también a José González Ortiz el trabajo realizado y a todos los presentes su asistencia.