Diferentes expertos analizan posibles alternativas de futuro para el sector vitivinícola

Vicente Sánchez-Migallón, director de Central Enológica (LIEC), moderó la jornada, que calificó de muy importante por el momento de cambio de las estructuras que han regido el sector vitivinícola hasta ahora, haciéndolo muy distinto para viticultores y bodegas, “de ahí la conveniencia de escuchar a quienes más conocimiento tienen”, explicó en la presentación.

Aunque algunos de los ponentes fueron más pesimistas, Sánchez-Migallón dijo que hay que tener claramente una opinión positiva respecto al futuro ya que ante la importante crisis conjunta que se vive, “el que el sector sobreviva, permite ser optimistas”.

Luis Jiménez, presidente de la Asociación de Enólogos, fue más crítico. Dijo que el primer diagnóstico nos dice “que el enfermo está casi crítico”. Dijo que el principal problema radica en que la uva se cobra a precios de hace 20 años y un 40% más bajos que hace dos, por debajo de los costes de producción. Además nos encontramos con excedentes y por ello dijo que se necesita un plan estratégico “de verdad, no a golpe de improvisación”.

Además lamentó que la mayor región vitivinícola no tenga una facultad de Enología, como tienen otras, que se arranquen viñedos viejos que dan calidad y la reestructuración se haga como “una huida hacia adelante y sin planificar”. “Si no ajustamos la oferta a la demanda y no tenemos precios razonables, estamos perdidos”, concluyó Jiménez, quien abogó por educar al consumidor y por apostar para ello por las redes sociales de Intenet.

Manuel Cibera, director de Azumancha, presentó la del mosto como una alternativa al excedente de producción, siendo la mayor apuesta de esta entidad la de producir zumos de uva directos de calidad. Explicó los variados segmentos de mercado que tiene el mosto y el zumo de uva, por lo que apostó por la diversificación con mostos que generen productos de mercados diferentes.

Francisco Ligero dio la opinión de los alcoholeros. Como presidente de la Asociación de Alcoholeros ADEVIN, dijo que el sector del vino tiene los mismos problemas desde hace treinta años. A su juicio, el problema es que tiene muchos subsectores “y cada uno mira por lo suyo”, por lo que pidió que cada cual deje su chaqueta y todos nos pongamos “la roja”, en alusión al éxito de la selección Española de fútbol.

Ligero criticó a los sindicatos agrarios, “por preocuparse por las subvenciones a la superficie, independientemente de sus consecuencias”, y dijo que los recursos destinados a la reestructuración varietal dan nuevos problemas al conllevar más producción. Dijo que el sector no puede depender siempre de la Administración y del intervencionismo y que hay que ver el negocio con perspectiva de beneficios a largo plazo, no a corto, como ahora se hace.

Para Ángel Villafranca, presidente de las Cooperativas Agroalimentarias de Castilla-La Mancha, la única alternativa y el futuro es la de la rentabilidad. “Sin ella, la viticultura va a desaparecer”, afirmó en FERCAM. Apostó por no continuar con explotaciones muy reducidas y por la fusión de cooperativas, así como por una legislación para vinos similar a la de otros países productores. También dijo que las cooperativas están sirviendo de “colchón” al viticultor y que la producción debe ir pensada en su consumo y orientada al mercado.

En su exposición, Félix Cano, presidente de Bodegas Yuntero-Cooperativa Jesús del Perdón de Manzanares, sugirió una solución global de los problemas. Explicó que Castilla-La Mancha, siendo la mayor productora de vino, tiene el menor consumo per cápita de España. Habló de la necesidad de fusiones, -“no puede haber cinco o seis cooperativas en 15 kilómetros”, dijo-, y junto a la apuesta por los mostos planteó otras alternativas como el bioetanol y el vino ecológico. Cano concluyó que para poder hacer una política de ajuste entre la oferta y la demanda “hay que apoyar la reestructuración”.