Cuidadoras de personas dependientes obtienen herramientas para mejorar su calidad de vida

Cuidadoras de personas dependientes obtienen herramientas para mejorar su calidad de vida

Una veintena de mujeres asistió a las jornadas denominadas "Un cuidador. Dos vidas", en las que la psicóloga Silvia Romera ofreció técnicas para que encontraran unos criterios de organización que les permita planificar su vida cotidiana. La concejala de Servicios Sociales, Pilar Sánchez Mulas, dijo en su clausura que la Ley de Dependencia “s un reconocimiento económico y social a las mujeres”.

Actualidad Municipal
03-06-2009
Participantes en el curso

A lo largo de las jornadas “Un cuidador. Dos vidas”, los organizadores, el Área de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Manzanares, en colaboración con la Obra Social “La Caixa”, reconocieron y valoraron el papel de los cuidadores familiares así como facilitaron a las participantes información para que sirva de ayuda en su labor diaria. También se proporcionaron pautas y consejos para cuidarse y para cuidar mejor, contribuyendo a mejorar la calidad de vida de estas personas.

A la clausura de las jornadas asistió Pilar Sánchez Mulas, concejala de Servicios Sociales y Políticas de Igualdad, que destacó la importancia que ha supuesto la Ley de Dependencia. A su juicio “es un reconocimiento social y económico a las mujeres”.

La edil dijo que en nuestra región la Ley de Dependencia tiene la media más alta de valoración y que en Manzanares el 90 % de las solicitudes ya están valoradas. Añadió que la Ley de Dependencia es una aportación más del Estado de Bienestar para mejorar la calidad de vida de la ciudadanía.

Por su parte, la psicóloga y monitora del curso, Silvia Romera, apuntó que la veintena de participantes conoció casos de diferentes cuidadores. Para ello ofreció diferentes supuestos con lo que pretendía que entre todas se estableciera un nexo de unión y comunicación para, de una manera objetiva, quitarles cargas emocionales.

La coordinadora del curso apuntó que ser cuidador no es fácil. Dijo que muchas veces, al esfuerzo de mantener a la persona atendida en las mejores condiciones (de alimentación, higiene, protección, entre otras), se suma la necesidad de afrontar situaciones difíciles de entender y que pueden provocar en el cuidador familiar sentimientos de desazón ante el trabajo que viene realizando.

Por último, Romera destacó los múltiples beneficios que les había aportado a las participantes la asistencia a este curso, entre otros, que sonrieran por unos momentos y que entendieran mediante dinámicas de juego que hay diferentes formas de afrontar las situaciones que les ha tocado vivir.