La cuenta general del año pasado, aprobada tras un largo debate técnico

Izquierda Unida y el Grupo Popular votaron en contra de la Cuenta General del ejercicio de 2008 en el pleno municipal ordinario del mes de julio. Santiago Sabariego dijo que no es sólo un documento técnico, como defendió el equipo de gobierno, sino que es el resultado de la gestión económica y política de un presupuesto. Al estar en desacuerdo con ella, el edil de IU votó en contra “del documento que la avala”.

La portavoz del PP fue más extensa. A lo largo de sus dos intervenciones, Dolores Serna reiteró los argumentos que expuso el año pasado en el debate de la Cuenta General de 2007 en cuanto a que no figuraban partidas específicas en programas o subprogramas, con un gran “cajón desastre” dedicado a gastos generales. Planteó dudas en cuanto a contradicciones entre informes bancarios y los de Intervención y acusó a la Diputación, Junta de Comunidades y Gobierno de España de tener un “escaso compromiso” con el Ayuntamiento de Manzanares al no cumplir “a 31 de diciembre de 2008” con distintas aportaciones comprometidas para ese año.

En su segunda intervención, Serna dijo que no sería necesario el endeudamiento y que el presupuesto de gastos del año pasado sólo se había ejecutado en un 65%. También criticó que la Corporación no haya aprobado las normas de aplicación de los principios contables y que Antonio Caba firme facturas de concejalías que no son de su competencia, algo que achacó a una posible falta de confianza del alcalde en algunos de sus concejales.

Miguel Ángel Pozas inició su intervención por este asunto. Dijo que mientras delegue funciones en concejales, éstos tendrán su confianza, “por eso la oposición no tiene delegaciones”, añadió. Recordó a Serna que Caba firma facturas porque tiene las competencias de coordinación de las delegaciones y lamentó que en lugar de felicitar al equipo de gobierno por el escaso endeudamiento, el menor de la región, el PP lo critique. El alcalde también negó que falten subvenciones de otras administraciones. “En la Cuenta se reflejan las que han llegado dentro de ese año, y también las que están pendientes y que llegan en meses posteriores”, explicó.

Sobre el debate en sí de la Cuenta General, que se prolongó casi una hora y media, Pozas dijo que eran “juegos florales” que no conducen a nada, pues de lo que se trataba era de ver en qué y cómo se gasta el dinero. Defendió el trabajo técnico de los servicios económicos municipales y reprochó que la oposición votase en contra cuando la Cuenta no presenta errores. “Es como votar en contra del Padrón de habitantes”, explicó el alcalde, quien sólo entendería el voto en contra si se hubieran ordenado pagos de partidas inexistentes y hubiera advertencias de ilegalidad por parte de Intervención y Secretaría, que no era el caso.

Miguel Ángel Pozas dijo que el verdadero “cajón desastre” eran las intervenciones que leyó Dolores Serna. A su juicio, la portavoz popular hizo un refrito de debates que no procedían, mezclando el debate de aprobación de presupuestos y el de la liquidación presupuestaria con la Cuenta General. Respecto a informes contradictorios, el alcalde defendió los de Intervención. Luego dijo que para la aprobación de las normas de aplicación, la oposición tampoco había presentado moción alguna, y finalmente dijo que si el PP gobierna algún día se encontrará todas estas “chinitas” que pone en el camino y no podrá hacer todo lo que dice en la oposición.

Antes de la intervención del alcalde, el portavoz socialista, Julián Nieva, calificó de demagógico el discurso de Serna, máxime cuando la Cuenta General había pasado ya por dos comisiones informativas específicas en las que el Grupo Popular únicamente hizo observaciones, “incorrectas en su gran mayoría”. En caso de que haya alguna factura, ingresos o subvenciones mal justificados pidió a la oposición que lo denuncie. Dijo que en la Cuenta figuran millones de euros y no se había encontrado un solo gasto irregular. “Es tan transparente que hasta Vds. son capaces de percibir los detalles”, añadió Nieva, quien dijo que en años anteriores el PP también se opuso y ni la sindicatura ni el Tribunal de Cuentas encontraron errores.