La construcción de un centro de educación y ocio infantil desata una polémica sobre la izquierda

El portavoz del PSOE, Julián Nieva, que defendió la convivencia entre la iniciativa privada y pública, señaló por su parte que con iniciativas como la que debatía en el Pleno se estaban haciendo propuestas de futuro, máxime cuando los pliegos de condiciones exigen el cumplimiento a rajatabla de la legislación vigente.

El concejal de Izquierda Unida, Santiago Sabariego, votó en contra de la cesión de una parcela de suelo público para la construcción de un CAI y un centro de ocio privado porque el suelo público sólo se debería ceder para un servicio público y para todos los ciudadanos a fin de potenciar la enseñanza laica, pluralista y democrática. A su entender ésta no estaría garantizada por un empresario privado. Señaló también que no le parecía lógico que el PSOE, un partido de izquierda, optara por un sistema privado de educación. Sentenció que “lo avanzado es tener un servicio público, no la coparticipación con la empresa privada”

Dolores Serna, portavoz del PP en este punto, señaló que su grupo, además de creer en la iniciativa privada, llevaba en el programa actuaciones del tipo de la que se debatía en el Pleno. Pidió que se hiciera un estudio para detectar las necesidades reales de Manzanares y que se ampliara hasta los 16 años la cobertura del centro de ocio.

Julián Nieva, portavoz del PSOE, dijo que lo que se saca a concurso es la construcción de un Centro de Atención, Educación y Ocio Infantil, estableciéndose en el pliego de condiciones todos los baremos a tener en cuenta. La concesión va a ser por 50 años a partir de la adjudicación definitiva y el canon a pagar es de 7.200 euros al año. Señaló que en los pliegos está garantizado el cumplimiento de toda la legislación. Y añadió que la convivencia entre lo público y lo privado es una buena señal de vitalidad democrática.

El alcalde de Manzanares, finalmente, negó que el representante de IU, que prometió en su día “por imperativo legal”, pudiera dar lecciones de izquierdismo o de democracia. Dijo que representaba a una “izquierda rancia” que no se había dado cuenta de la caída del muro de Berlín; y a una “izquierda divina y de salón” que no es capaz de transformar la realidad porque no consigue el apoyo suficiente de los ciudadanos. También señaló que la izquierda que el PSOE representa, que cree en el estado social, democrático y de derecho, intenta cambiar la sociedad dentro de unos límites. Abogó por la enseñanza concertada y, en relación con el futuro Centro de Atención, Educación y Ocio, añadió que tendrá que estar acreditado por la Consejería y cumplir las normas precisas. Señaló que al tratarse de un centro infantil no podía dar cabida a los jóvenes hasta los 16 años como había pedido el Partido Popular.